Una sólida tradición de fraude
La espectacular campaña electoral de Filipinas se ha visto empañada por altercados en algunas provincias en los que han muerto 27 personas y 31 han resultado heridas. Además de la contienda presidencial, con sus 10 candidatos, el lunes se elegirán 17.000 senadores, alcaldes y consejeros municipales.A pesar de las garantías que han dado el presidente, Fidel Ramos, la Comisión Electoral y el Ejército, nadie cree que estas elecciones vayan a escapar a la arraigada tradición de fraude. El sistema de recuento manual una vez trasladadas las urnas de las provincias a Manila, facilita cómodamente las intervenciones manuales. Entre los métodos fraudulentos más usados figuran los traslados inesperados de los lugares de votación, la supresión de electores del censo o la asistencia a los analfabetos para rellenar las papeletas de votación.