UPN e IU acusan a HB de haber puesto a Caballero en el punto de mira
Los grupos municipales de Unión del Pueblo Navarro (UPN) e Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Pamplona acusaron ayer directamente a los tres concejales de Herri Batasuna de haber puesto "en el punto de mira" de los terroristas a Tomás Caballero, portavoz regionalista asesinado el pasado miércoles en la capital navarra. UPN e IU se referían a la querella criminal presentada por los ediles de HB contra Caballero.
Pero la historia se repite. Mientras Eradio Ezpeleta, secretario del grupo municipal del que Caballero fue portavoz, afirmaba ayer que "HB pone dianas en todo momento" y José Javier Echeverría, portavoz de IU, ratificaba su convencimiento de que los ediles radicales "eran conscientes del peligro" de muerte en que habían colocado al portavoz de UPN, los concejales de HB en el Ayuntamiento de Barañain -un municipio colindante con Pamplona, de unos 20.000 habi-tantes- han anunciado que estudian interponer una querella similar contra el alcalde, Juan Felipe Calderón, también de UPN.Aun sabiendo que el Juzgado de Instrucción de Pamplona archivó la querella contra Tomás Caballero, tras considerar que éste utilizó su libertad de expresión al acusar a Herri Batasuna de complicidad con los asesinos de ETA, los concejales de HB de Barañain acusaron el jueves a su alcalde de ser "un producto del franquismo disfrazado de demócrata", y le situaron en el centro de la diana al afirmar que les llamó "asesinos". El enfrentamiento verbal se produjo durante un pleno en el que el Ayuntamiento condenó el asesinato de Caballero.
José Javier Echeverría, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Pamplona, señaló ayer que antes del atentado mortal contra Caballero, preguntó al portavoz de HB, Koldo Lakasta, "si eran conscientes de que la querella que le habían planteado a Tomás le ponía en el punto de mira de ETA, y que podía ser asesinado". Echeverría recordó ayer que la respuesta de la Lakasta fue un comentario ajeno a cualquier sentimiento: "Sería un efecto del conflicto".
"Le habíamos avisado"
El portavoz de IU reiteró que tras el crimen etarra y al acabar el pleno celebrado ese día para condenarlo, Lakasta se le acercó y le dijo: "Ya le habíamos avisado cuatro veces". Con lo cual daba a entender, según Echeverría, "que eran conscientes del peligro en que habían puesto a Tomás con esa querella e incluso", añadió el concejal, "que intentaron evitar lo sucedido". Echeverría concluyó: "No me preocupa tanto ese intento de exigir a una persona que renuncie a sus ideas a cambio de conservar su vida como el hecho de pensar que eran conscientes de la situación en que ponían a Tomás con su querella".Unión del Pueblo Navarro, que la próxima semana designará a su nuevo portavoz y a la persona que sustituirá a Caballero, estudia retirarse a partir de ahora del salón de plenos siempre que HB tome la palabra en asuntos de índole política. "No queremos oír nada de lo que digan. Simplemente, nos marcharemos", afirmó Miguel González, portavoz de UPN en funciones.
El futuro portavoz municipal de Unión del Pueblo Navarro será Miguel González Fontana, abogado al servicio de la Administración foral de Navarra, de 58 años y padre de dos hijos. Su nombre acaba de aparecer en la documentación utilizada por el comando Donostia para seleccionar a sus futuras víctimas.
A Tomás Caballero tendrá que sustituirle en el escaño de concejal Carmen Alba Orduña, una joven madre de 30 años, licenciada en Derecho cuyo padre, comandante del Ejército de Tierra, salvó la vida en un atentado etarra en la década de los ochenta. Carmen sabe muy bien lo que es el terrorismo porque su padre, Antonio Alba Rojas, vivió unas circunstancias muy parecidas a las del atentado que costó la vida a Tomás Caballero. El día 15 de marzo de 1987 el entonces teniente coronel viajaba en su vehículo, con una hija de apenas 12 años y tres amigas de ésta, cuando dos pistoleros etarras se acercaron al coche y le dispararon para matarle. El padre de Carmen tuvo más suerte que Caballero. Sólo le hirieron levemente en la mandíbula. Los terroristas de ETA militar reivindicaron luego la acción.
Otros cargos públicos navarros han conocido también de cerca el zarpazo del terrorismo etarra. El féretro de Caballero fue portado el pasado jueves, entre otros, por el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Pamplona, Joaquín Pascal. A Pascal, una carta anónima remitida en el mes de agosto a su domicilio, le dio 30 días de plazo para abandonar Pamplona. De lo contrario, le amenazaban los violentos, se verían obligados "a tomar otra serie de medidas por nadie deseadas, pero que ya en las últimas fechas han tenido duros efectos".
Son tres ejemplos, los más notorios, de la presión terrorista sobre el Ayuntamiento pamplonés.
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