Latzen endurece su música "metal" en su segundo elepé para el sello Oihuka

El grupo de Oñati Latzen acudió ayer a Bilbao para presentar su segundo disco de larga duración. La nueva entrega, compuesta por 12 nuevas composiciones en euskera y una remezcla de una de ellas, se titula Ardi larruz (Con piel de cordero) y sale al mercado de la mano de la discográfica donostiarra Oihuka. El conjunto guipuzcoano, a punto de cumplir un lustro de existencia, se mantiene al frente del llamado metal euskaldún, codeándose en dicho lugar de privilegio con Su Ta Gar, gracias a un trabajo entregado a la música metal densa, aunque abierto a las baladas y a una experimentación mínima. Ésta se concentra básicamente en el poso industrial de la remezcla que hace Kaki Arkarazo de Itsutu (Cegar), el primer single. El antiguo miembro de M-ak y Negu Gorriak, actualmente en las filas de Nación Reixa, se ha encargado igualmente de la grabación, mezcla y producción del elepé. "En la parte musical, baja el nivel de velocidad. En este disco los temas son más lentos, más pesados, mientras que antes todo era más agudo y primaba la velocidad. La voz también es más grave. En cuanto a las letras, continúa habiendo letras sociales, pero la mayoría reflejan sentimientos personales". Así resume Iker Martínez, uno de los dos guitarristas de Latzen, las diferencias entre Ardi larruz y su predecesor. Los sentimientos que han inspirado su prosa se traducen en historias de desamor, amistad y traición. Las más comprometidas reflejan las miserias del mercado laboral, defienden la eutanasia y la igualdad de la mujer, y deploran la alienación social o el desolador efecto del hombre sobre su entorno. Por otra parte, el responsable de Oihuka (sello donde figuran otros grupos de inspiración metálica, como los bilbaínos Idi Bihotz o Brigada Slam) no espera vender menos de 12.000 ejemplares de un disco que él considera "cortante y amargo".