Perros antidroga descubren el mayor alijo de cocaína del año en Barajas

Taranta, un perro pastor de aguas, y Sagu, un pastor alemán, ambos de dos años, descubrieron ayer el mayor de alijo de coca incautado en el aeropuerto de Barajas en lo que va de año. Eran 42 kilos de cocaína, metidos en una maleta rígida, ante la que los chuchos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil movieron la cola y dieron saltitos felices. Ésa era la señal que demostraba que habían encontrado el objeto del desvelo de sus amos.La droga había llegado en un vuelo de Iberia procedente de Bogotá (Colombia). La maleta, que no pertenecía a ninguno de los viajeros embarcados en el avión, fue pasada por el control perruno en el muelle de descarga de equipajes.

Una vez señalado por los canes el alijo, se dejó que la maleta siguiese su rumbo natural. A los 10 minutos, un hombre -I.C.V., de 28 años y vecino de Barcelona- se dirigió a recogerla. En ese momento fue detenido y llevado a las dependencias de la Guardia Civil.

Fue entonces cuando, por primera vez, se abrió la maleta. La cocaína había sido distribuida en 40 paquetes de tela, de un kilo cada uno. El detenido, que dijo haber acudido al aeropuerto tras recibir la llamada de un amigo colombiano para que recogiese la maleta, fue puesto a disposición judicial.

Adiestramiento con juegos

El Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Barajas dispone de cinco perros, capaces de olisquear cualquier droga. Desde que son cachorros se les entrena para ello. Este adiestramiento se basa en juegos, en los que se intenta que que el can relacione un determinado objeto con la droga. Para ello se impregna el objeto de la diversión con la sustancia elegida."El perro vincula entonces el juego con el olor a la droga, de forma que cuando, ya adulto, huele la cocaína, inmediatamente reacciona como si fuese a jugar, y muestra sus ganas a su amo. Si se encuentra un alijo, se le recompensa entonces con su objeto de juego preferido", señaló un portavoz de la Guardia Civil de Barajas.