El ministro de cultura británico se negó a reunirse con Aguirre para hablar de la capital cultural de Valencia

El Ministerio de Cultura español que dirige Esperanza Aguirre espera recibir durante estos días una respuesta "por carta" de su homólogo británico respecto a la designación de la capital cultural del 2001, a la que opta Valencia con otras seis ciudades. Aguirre invitó a su homólogo británico a España para debatir las opciones de Valencia, pero obtuvo una respuesta negativa. El Ministro de Cultura del Reino Unido se excusó "por sus numerosos compromisos políticos", explicaron ayer fuentes del ministerio español. Las mismas fuentes advirtieron, sin embargo, que aún "no está tomada" la decisión final. "Pero al menos hemos conseguido que algunos países de la UE recapaciten la posibilidad de compartir la capitalidad del 2001", manifestaron. La próxima reunión oficial es el 28 de mayo en Bruselas y cada vez es más probable que España vuelva a ejercer el derecho de veto si Valencia no aparece como designada. Fuentes comunitarias también reconocen que la patata caliente del 2001 podría traspasarla el ejecutivo de Tony Blair a Austria, que asume la presidencia en el segundo tramo de este año. En todo caso, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que se entrevistará hoy con el secretario de Estado de Política Exterior para la UE, Ramón de Miguel, recordó ayer que la decisión "no está tomada y que el Ayuntamiento sigue trabajando". Ayer, la concejal socialista Ana Noguera pidió una reunión de "urgencia" de la comisión especial para la capitalidad cultural "por la confusión que han creado los dirigentes del PP". Pese a que el Ministerio brega en Bruselas y en Londres, Valencia tiene escasas posibilidades porque la mayoría de los países de la UE no la respaldan. Han optado por Rotterdam. Por eso motivo ya se empieza a barajar desde el PP la posibilidad de que en el año 2002 se compartiese la capitalidad cultural entre Salamanca y Valencia. Esta alternativa se podría llevar a cabo de prosperar la fórmula británica por la que cada presidencia de la UE eligiera a una ciudad propia como candidata. España asumirá la presidencia durante seis meses en el 2002.