La puerta de entrada
Con 23 millones de viajeros y 262.000 operaciones en 1997, la principal puerta de entrada de la inmigración ilegal en Madrid es el aeropuerto de Barajas. En esta inmensa marejada humana se mezclan, según la policía, desde pícaros a inmigrantes desesperados por encontrar un futuro mejor. Muchos de éstos (cada día se detiene una media de nueve ilegales en Barajas) son víctimas de las organizaciones internacionales dedicadas al tráfico humano. Para conseguir sus fines, estas bandas han mejorado sus métodos para burlar los controles policiales, sobre todo con las falsificaciones de documentos.Una de sus últimas innovaciones consiste en imitar, en vez de pasaportes, las menos complejas tarjetas de residencia. Las fabrican en imprentas propias o bien las compran en el mercado negro.
Una vez obtenido o falseado este documento, el segundo paso consiste en enviar a los inmigrantes desde sus países a capitales europeas, donde los policías, por desconocimiento, encuentran más dificultades en la comprobación documental. "Envían a la gente a Amsterdam, París, Berlín..., a capitales donde el funcionario de aduanas ignora cómo es realmente una tarjeta de residencia o de trabajo española, con lo que es más fácil engañarle. Y una vez en Europa, la llegada a España es sumamente fácil", señaló un experto de la Brigada de Documentación.
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