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Declarada anticonstitucional la ley que impone el inglés en Arizona

El uso obligatorio y exclusivo del inglés en los asuntos públicos es contrario a la Constitución de Estados Unidos, según ha sentenciado el Tribunal Supremo de Arizona. Este dictamen supone el más serio revés legal sufrido por el movimiento English Only, los partidarios de establecer la oficialidad del inglés en todos y cada uno de los Estados de la Unión y a nivel federal.Arizona es uno de los 23 Estados norteamericanos que, a finales de los años ochenta y comienzos de los noventa, en pleno auge conservador, adoptaron leyes supuestamente destinadas a proteger el inglés frente al ascenso de otras lenguas, en particular el castellano hablado por los inmigrantes hispanos.

La ley English Only de Arizona, aprobada primero por el Congreso de ese Estado y ratificada luego por una corta mayoría en referéndum popular, era tan estricta que prohibía incluso a las autoridades elegidas democráticamente dirigirse a sus votantes en cualquier idioma que no fuera el inglés. Esa prohibición se extendía a los funcionarios, aunque éstos trabajaran en asuntos de inmigración, beneficencia, enseñanza, patrimonio histórico o parques naturales. O aunque se las vieran con indios navajos o hispanos, dos comunidades instaladas en Arizona antes de su incorporación a EE UU el pasado siglo.

Pero la ley nunca llegó a entrar en vigor. De un lado, muchos políticos y funcionarios se negaron a aplicarla; de otro, comenzó un largo proceso de juicios que ha concluido esta semana con el dictamen del Supremo de Arizona. Según ese dictamen, la ley English Only viola la primera enmienda sobre libertad de expresión de la Constitución de EE UU, discrimina a los no angloparlantes y dificulta su capacidad de buscar y obtener información y servicios.

Stephen Montoya, el abogado que representó a los legisladores y funcionarios de Arizona opuestos a la ley, la había calificado de «racista». «Esa ley», dijo, «va dirigida exclusivamente contra los indios, los hispanos y los asiáticos».

El movimiento English Only, según constitucionalistas norteamericanos, pretende algo que los «padres fundadores» de EE UU descartaron expresamente al redactar y aprobar la Carta Magna del país: el establecimiento de una lengua oficial. Los artífices de la revolución prefirieron garantizar ante todo la libertad de expresión.

Pero movilizando el temor de los angloparlantes ante el ascenso del castellano, el movimiento English Only, que también se llama English First, ha conseguido en los últimos años que numerosos Estados adopten medidas proteccionistas de la lengua mayoritaria en el país. Su espíritu anima la actual campaña para la aprobación en California de la proposición 227, que pretende terminar con la educación bilingüe en ese Estado.

En agosto de 1996, la Cámara de Representantes de EE UU aprobó por 259 votos a favor y 169 en contra una propuesta del ex marine y congresista republicano neoyorquino Gerard Solomon para convertir el inglés en el idioma oficial del Gobierno federal. La iniciativa, no obstante, se convirtió en letra muerta, al no ser nunca debatida en el Senado.

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