Unos 200 trabajadores de Flebasa piden la renovación del permiso de navegación del "Manuel Azaña" en Dénia
Cerca de 200 personas, en su mayor parte trabajadores de la empresa Flebasa Lines, se manifestaron ayer en Dénia (Alicante) para exigir la renovación del permiso de navegación del buque Manuel Azaña, que permanece inmovilizado en el puerto desde el viernes de la semana pasada. Los manifestantes arremetieron a gritos contra el director general de la Marina Mercante, Fernando Casas, y el ministro Abel Matutes, a cuya familia está vinculada la otra naviera que opera entre Dénia y Baleares. El comité de huelga ha acordado continuar con las movilizaciones y proseguir el lunes el encierro que se inició esta semana en la sede de la Marina Mercante de Madrid. La inmovilización definitiva del Manuel Azaña podría dejar en una situación crítica a la compañía, de la que dependen 250 trabajadores. A manifestación se adhirieron representantes del Ayuntamiento, entre los que se encontraba el alcalde, Sebastià García. Una vez en el puerto, los manifestantes se detuvieron ante el remolcador de altura que la Marina Mercante desplazó el martes hasta Dénia. La postura oficial fue calificado por Adolfo Utor, director general de la naviera Flebasa, como "una muestra más de la actitud de fuerza y prepotencia de la Administración". Utor considera que se está viviendo una situación "irracional" y que se están adoptando actitudes provocadoras como "la apertura de expedientes a todos los capitanes de Flebasa y a la propia empresa". Los barcos de Flebasa están concentrados en el puerto de Dénia desde hace una semana en protesta por la actitud de la Marina Mercante. Por esta razón, a los afectados se les ha retirado durante estos días el permiso de navegación, lo que ha provocado problemas graves para realizar el traslado de los hinchas del Mallorca, que habían hecho sus reservas en esta empresa con antelación para asistir el miércoles al partido de la final de la Copa del Rey en Valencia. La crisis que ha desatado este conflicto entre la naviera Flebasa y la familia Matutes ha paralizado el puerto de Dénia. El Manuel Azaña, que navegaba con un permiso provisional, fue inmovilizado por la Marina Mercante a principios de año, debido al conflicto que mantienen el constructor Astilleros de Huelva y el armador del barco, Isnasa, a quien Flebasa lo tiene alquilado. Un juez de Madrid resolvió que la titularidad del barco era de los astilleros y la explotación correspondía a Flebasa, por que que, a juicio de ésta, "se está contraviniendo una orden judicial". Flebasa considera que la inmovilización corresponde a una campaña de "acoso y derribo" para beneficiar a Pitra y Transmediterránea que, en caso de ser privatizada, podría operar desde Dénia.
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