Los dirigentes afines a Borrell se unen para convencer a Almunia de que siga en su cargo
Los dirigentes del PSOE que apostaron y se movilizaron en favor de José Borrell se van emplear a fondo para impedir que el secretario general, Joaquín Almunia, cumpla su anuncio de dimitir y, por tanto, el partido se vea abocado a un congreso extraordinario. Así, empezarán la semana coordinándose primero entre ellos para inmediatamente después sumar sus fuerzas a los secretarios que apoyaron a Almunia. De momento, el candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell, ha dado un paso tranquilizador para el que fuera su rival al pedir a todos sus comités de apoyo "que sedisuelvan".
No hay tiempo que perder. Eso piensan los dirigentes que han trabajado desde el primer momento para que José Borrell resultara elegido frente a Joaquín Almunia. Ahora tratan de que su secretario general no dimita. La presión que va a recibir el máximo dirigente del PSOE para que no deje el cargo en la reunión del comité federal del próximo día 9 de mayo va a ser imponente. El secretario general de los socialistas valencianos, Joan Romero, fue el único dirigente regional que desde el primer día respaldó a Borrell. Hubo otro, el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pero no desveló su voto hasta el final. Romero encabeza la movilización entre sus compañeros de toda España que apoyaron a Borrell para articular una plataforma con la sola misión de presionar hasta el infinito a Almunia para que no dimita.
Cada uno hablará con el secretario general para dejarle claro que quienes han votado a Borrell en sus federaciones "lo han hecho contra José María Aznar y no contra Joaquín Almunia", dijo Romero a este periódico.
El dirigente valenciano se pondrá hoy mismo en contacto con Almunia para expresarle su apoyo inequívoco como secretario general. Inmediatamente después hablará con el secretario general de los socialistas extremeños, Rodríguez Ibarra, y con los dirigentes provinciales que apoyaron a Borrell. Entre todos organizarán la movilización a favor de Almunia.
Unión de fuerzas
El siguiente paso de los partidarios del ganador será unir sus fuerzas a las de los dirigentes regionales que apoyaron a Almunia, es decir la inmensa mayoría. Romero se pondrá en contacto inmediato con el secretario general de los socialistas gallegos, Francisco Vázquez; con el líder de los vascos, Nicolás Redondo Terreros; con el de los asturianos, Luis Martínez Noval, y con el primer secretario de los catalanes, Narcís Serra. Hoy mismo la ejecutiva del PSC pedirá públicamente y con cierta solemnidad que Almunia permanezca en su puesto. La intención de los socialistas catalanes es la de que Serra comparezca con Borrell tras esta reunión y ambos, en nombre de todo el PSC, soliciten a Almunia que continúe. "Sería una barbaridad que el impulsor de la renovación del partido, Almunia, abandonara el puesto", opina Miquel Iceta, miembro de la ejecutiva catalana, diputado nacional y un activo colaborador en la campaña pro-Borrell.
El valor de la petición del PSC a Almunia es importante, dado que el 83% de los militantes catalanes votaron a favor del ex ministro de Obras Públicas.
Por escrito, por teléfono, personalmente, de todas las formas posibles le llegarán a Almunia razones para que desista de dimitir.
"El resultado de las primarias que Almunia impulsó no pueden acabar en crisis", señala Iceta. Todos los que votaron a Borrell le repetirán el enunciado de las elecciones: "Son para votar al candidato a la presidencia del Gobierno, no para cuestionar al secretario general", señala Romero. "Almunia proporciona estabilidad, sosiego, y buen rumbo al partido", añade.
No serán menos fuertes las peticiones de la corriente Izquierda Socialista, que recordarán a Almunia que le apoyaron sin fisuras en el 34º congreso, en el que resultó elegido secretario general.
A la cabeza se ha puesto el propio Borrell al pedir a quienes le han respaldado durante las primarias que disuelvan sus estructuras o comités de apoyo y que todos se conviertan en un único comité, el del PSOE. "El congreso eligió a una ejecutiva y ésa es la que debe seguir", dijo Borrell, quien apuntó estar seguro de que los que le han votado sabían por qué y para qué: "Dije una y otra vez que la votación era para elegir al candidato a la presidencia,no para cuestionar la secretaría general".
En estos días, las proclamas de lealtad van a ir en una doble dirección. Quienes apoyaron a Borrell se desgañitarán para que Almunia siga. Los que respaldaron al secretario general se pondrán a disposición de Borrell para ayudarle "a su victoria frente a la derecha". Así lo dijeron ayer el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el de Castilla-La Mancha, José Bono.
"El cierre de filas en torno a Borrell no es una estrategia electoral, sino un sentimiento de partido", dijo Bono. "Espero convertirme en el apoyo más entusiasta del candidato a la presidencia".
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