"Nuestra música es genuina"
Esta noche, teloneados a partir de las 20.00 por el conjunto holandés Gorefest, el legendario grupo de heavy metal Judas Priest presenta su nuevo disco en el polideportivo Anoeta de San Sebastián. Titulada Jugulator, publicada por su propia discográfica y distribuida en España por Mastertrax, la nueva entrega del grupo británico afincado en Marbella incluye como principal novedad la presencia de un nuevo cantante: Ripper Owens. Tras seis años de silencio, el sacerdote de Judas vuelve embutido en cuero negro y tachuelas. "Estamos muy satisfechos con Jugulator. Es un disco de 1998, descaradamente heavy metal, pero acorde al fin del milenio. Estamos orgullosos de ello. Creemos que es uno de nuestros mejores elepés". Así presenta el guitarrista Glenn Tipton el decimoquinto disco de la banda. Efectivamente, la nueva entrega presenta a un quinteto alejado de la experimentación propia de los tiempos que corren, fiel a la tradición y a las claves de un estilo que le encumbró en la década de los ochenta. La música heavy no goza hoy de gran predicamento, pero ellos, leyenda viva del género, no se plantean alejarse lo más mínimo de ella. "El heavy metal corre por nuestras venas. Llevamos 25 años tocándolo, nuestra música es genuina, ¿por qué tendríamos que cambiar? Somos una de las pocas bandas que son lo bastante intrépidas como para reconocer que tocan heavy metal, mientras que muchas otras han adoptado rasgos alternativos con la esperanza de vender más discos", afirma Tipton en clara alusión a conjuntos como Metallica o Bon Jovi. De hecho, ni siquiera la pujante fusión de sonidos metálicos con elementos de la música electrónica seduce al guitarrista británico: "Una ínfima minoría de grupos, como Ministry, lo han hecho muy bien. Sin embargo, en general, pienso que hay diferentes estilos o formas de música y no deben ser mezclados". Eso no implica que el compositor se muestre totalmente impermeable a otro tipo de influencias ajenas a la música heavy. "Cada uno, por nuestra cuenta, escuchamos un amplio surtido de música: clásica, pop, death metal... Esta combinación de influencias da a Judas Priest, cuando nos reunimos para componer, su sonido característico". Jugulator devuelve a la actualidad a un conjunto que parecía abocado a la extinción tras el abandono a principios de los noventa de Rob Halford, quien había sido cantante del conjunto desde 1971. Painkiller fue el último disco que grabó antes de emprender una nueva etapa al frente de Fight, su propio grupo. En 1997, tras dos años sabáticos y otros cuatro enfrascados en la búsqueda de un vocalista que le sustituyera, el famoso conjunto reapareció con Ripper Owens al frente, admirador confeso de Judas Priest que puso fin a un arduo proceso de selección. "Ripper Owens es un cantante increíble; en nuestra opinión es mejor que Rob. Puede cantar el material clásico de los Priest con un ardor con el que nunca había sido ejecutado, y goza de tantos registros vocales que ahora podemos introducirnos en nuevas sendas", asegura Glenn Tipton sobre el último fichaje de la banda, de tan sólo 30 años. Siguiendo con su empeño de crear canciones que estimulen la imaginación, Tipton y K.K.Downing, compositores de Jugulator, han puesto en boca de Ripper unos textos que insisten en dragones, caballeros, sangre, monstruos, batallas y otros elementos fantásticos entre mitológicos y futuristas. Pero el primero asegura que sus letras van más allá de la trivialidad: "Son más profundas de lo que pueda sugerir el título. Cualquier persona que las escuche con detenimiento verá que hay cantidad de aspectos encubiertos. Algunos serios y, como pasa siempre en nuestros discos, otros más descarados abordados con mucho sentido del humor". Sentido del humor es precisamente algo de lo cual no hicieron gala quienes cursaron una demanda criminal en su contra acusándoles de incitar al suicidio a dos adolescentes norteamericanos. Resulta que, en 1985, ambos se volaron la tapa de los sesos mientras escuchaban Stained class, un elepé de Judas Priest. Finalmente, la gran cantidad de alcohol y drogas ingerida por los dos muchachos antes de apretar los gatillos pesaron más que los mensajes subliminales y satánicos supuestamente escondidos en los surcos de sus discos. Al menos en el jurado de Nevada que les absolvió en 1990. En cuanto al espectáculo de esta noche en Anoeta, Glenn Tipton únicamente alcanza a prometer "sangre, cuero, sudor, lágrimas y desenfrenado heavy metal". Guitarras con forma de flecha fundamentarán temas clásicos del grupo, como Electric glue, The sentinel, Metal gods o Victims of changes y se reflejará la experiencia acumulada en cientos de conciertos amenizados por luces, humo y pirotecnia. En el periplo europeo de su actual gira mundial, Judas Priest cuentan con Gorefest como banda telonera. La formación holandesa presenta así su sexto elepé, Chapter 13, que salió a la venta el pasado mes de marzo.
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