Orgía de fuego
"¡Arde Alcalá!", grita quien parece el jefe y obedecen prestos sus ocho secuaces: superhéroes vestidos con estrafalarios trajes en colores tutifruti, tocados con aparatosos gorros y los ojos ocultos tras gafas de buzo. Son dragones llegados de Vila-Real (Castellón) con una versión a ritmo cañero de los dimonis levantinos y ayer visitaron la Ciudad Complutense, inundándola de chispas con un pasacalles. La excusa: homenajear a Cervantes en el aniversario de su muerte. El efecto: más de mil personas quemando la adrenalina de toda la semana, corriendo en riada por los soportales de la calle Mayor, utilizando cartones a modo de escudo y coreando a alaridos: "¡Arde!".-
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