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El inventario

Decíamos ayer, o anteayer, que tuve un agradable e instructivo encuentro en la cumbre con don Santiago Romero, arquitecto jefe del Departamento de Parques y Jardines; doña Nieves Vicente, asesora técnica del mismo, y doña Rosa Aurora García Garrido, del gabinete de Prensa, funcionarios todos ellos del excelentísimo Ayuntamiento de Madrid. El tema del debate se centró en el ser o no ser, la razón o sinrazón de la poda, complejo y controvertido asunto que a tantos madrileños preocupa y atañe, y tras enviar mi primera crónica sobre dicho cambio de impresiones me quedé más bien cariacontecido, pues sólo recogía una pequeña parte de lo tratado. De modo que no habrá más remedio que seguir aireando, sin prisa pero sin pausa, los múltiples aspectos de la cuestión que en nuestro diálogo fueron planteándose: Esperaba como trámite previo noticias de Nieves Vicente, quien quedó en llamarme el lunes, un lunes, para explicarme in situ la actuación municipal, para mí horripilante, en el paseo del Prado. También me aseguró que nos daríamos un segundo paseo en el dorado otoño, e incluso que nos sentaríamos bajo las renacidas frondas de los decapitados árboles... Interesante personaje, Nieves, y delicado puesto el que ocupa como asesora técnica y por ende responsable real de la poda. Sin embargo, y paradójicamente, me pareció detectar en ella, en algunos puntos candentes del debate, una actitud más flexible que la de su jefe.

Mientras llega esa llamada, me entretendré haciendo un inventario póstumo (suponiendo que haya terminado la campaña podadora) y mínimo (por la consabida falta de espacio) de la situación arbórea en Madrid el day after. Sigo sin comprender "lo" del Prado, al menos hasta que me lo explique Nieves. Primero, por mi incomprensión genérica del asunto. Segundo, porque en aquella zona prócer y bellísima hasta la irrupción de la sierra municipal, debería ponerse un cuidado exquisito en la manipulación arbórea, si y cuando fuese menester. Tercero, porque el año pasado caminé gozosamente muchas veces bajo las ramas umbrosas de los ejemplares en cuestión y parecían disfrutar de una salud de hierro. Puede que sufrieran alguna enfermedad secreta y vergonzante, pero... Y otra cosa: ¿se habrán curado con la sutil cirugía arbórea que se les aplicó?

Con todos los respetos hacia mis nuevos amigos Santiago, Nieves y Rosa, la campaña podadora de este año ha sido horrorosa, infame. ¡Oh! Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, antiguos bulevares en que yo viví y a los que tanto amé, ¿qué delito habéis cometido ahora para que se os puna con ese "escamondado" en la acera de los impares? ¿Qué "enchufé" ha esgrimido para salvarse la de los pares? Cuando le expresé al señor jefe del Departamento de Parques y Jardines mi criterio sobre dicha actuación, calificándola de antiestética e inarmónica, se quedó ¡asombradísimo!, y no menos cuando le reproché (dulcemente) el desmochado de las viejas y sufridas acacias de Rosales, otro amor de mis amores vitalicios. La ya ex señorial calle de la Princesa sufrió el mismo sino, aunque en este caso sucumbiera la derecha, ¡increíble!, y sin que se hayan respetado siquiera los árboles comprendidos entre Mártires de Alcalá y la plaza de Cristino Martos, zona colindante con el mismísimo palacio de Liria. Mala cosa, cuando las duquesas pierden la inmunidad. ¿Llega la revolución?

Comenté aquí hace poco el desmoche arbitrario (unos sí y otros no) de la Castellana esquina a Zurbano-San Juan de la Cruz. Bueno, pues el señor coronel jefe (o cargo similar) al mando del jardín de la Escuela Superior del Ejército, situada enfrente, no ha querido ser menos que el Ayuntamiento, el hombre, y ha rapado a sus quintos, digo, a sus árboles de la zona norte, que no creo levanten cabeza tras esta podatala castrense. A los de la zona sur me los ha podado tipo "silbido". ¡Están preciosos! Bueno, ¿y qué ha hecho General Arrando para cargársela? En cuanto a la podatala selectiva de Presidente Carmona pasean y vean lo mono que les quedó el ejemplar situado frente al número 7. Era el más hermoso de la avenida y ahora tiene sólo una ramita. ¿Antojo de vecino arboricida? Sea como fuere, seguiremos informando.

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