El terreno ocupado por las chabolas será el quinto parque de Madrid

Los suelos que hasta ahora ocupaban las chabolas del Cerro Mica, ya casi desaparecidas, se convertirán en el quinto parque más grande de Madrid: la Cuña Verde Latina. El consistorio espera que esta zona ajardinada sea realidad para 1999. Pero, para ello, este año debería disponer de 1.000 millones de pesetas más de los 135 que ha destinado para dicho fin. Y también tendría que lograr que la Comunidad demantele Jauja antes del año 2.000. Izquierda Unida cree que hacen falta 3.000 millones más.

El proyecto de la Cuña Verde, un gran parque (el quinto en tamaño, tras la Casa de Campo, el Juan Carlos I, el Retiro y el del Oeste) que unirá los paseos de la Ermita del Santo y de Extremadura, no es nuevo. Existía ya en 1985. Pero desde entonces sólo se ha ejecutado una pequeña parte de lo planeado, la comprendida entre las calles de la Ermita del Santo y la calle de Caramuel. Concluida hace siete años, costó 700 millones de pesetas. También está acabado un campo de fútbol de 5.000 metros cuadrados en la esquina de las calles Cuart de Poblet y Duquesa de Parcent, dedicado a Gabriel Fernández, concejal socialista fallecido en la zona. El resto de las operaciones de ajardinamiento previstas en esta vasta extensión de unas 90 hectáreas no son todavía realidad aunque en algunos casos se han iniciado los trabajos o se han adjudicado las obras.

Ahora se encuentra en ejecución la prolongación del parque Aluche, con el ajardinamiento de un antiguo terreno yermo cercano. Según el consistorio, esta actuación, que afecta a una zona de 2.000 metros cuadrados y cuesta 30 millones, no forma parte estricta de la Cuña Verde. Lo mismo ocurre con la mejora de una zona de 10.000 metros cuadrados entre las calles de Seseña y Los Yébenes, cuya adjudicación, por 39 millones, está ya aprobada.

En los bordes del parque se encuentra también el futuro Jardín de los Caprichos, junto a la Ermita del Santo, cuya realización valdrá 55 millones. Dispondrá de mesas de ajedrez y de una zona de juegos.

Pero la futura gran masa verde y deportiva, la que irá desde la calle Caramuel hasta la de Sepúlveda, justo donde más chabolas se han arremolinado estos años, permanece sin que las máquinas le hinquen el diente.

De ese amplio tramo sólo están en ejecución la zona comprendida entre la calle de Caramuel y el poblado de Jauja, cuyas obras, valoradas en 98 millones, está previsto que acaben en septiembre y la futura Rosaleda proyectada entre las calles de Alambra y Cuart de Poblet, que, con 5.000 metros, valdrá 95 millones.

Ese vasto espacio central aún pendiente de proyecto es el que, si se cumplen los planes, albergará en un futuro zonas deportivas, un mirador, una ría, una fuente y numerosos árboles. Está también prevista una pista de footing a lo largo del perímetro del parque.