"Ojalá Felipe González diga a quien votará", desea el secretario general
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, de campaña en la recta final de las primarias por tierras de la determinante federación andaluza, eludió replicar ayer a su rival, José Borrell, y buscar matices diferenciadores en sus respectivas personalidades. "Pongo el énfasis en la trascendencia de la decisión de los militantes". Y lanzó un deseo: "Ojalá Felipe González exponga en voz alta a quién va a votar en estas elecciones primarias".
Almunia disertó ampliamente sobre las dos preocupaciones que Alberto Ruiz-Gallardón, el presidente de la Comunidad de Madrid y dirigente del Partido Popular, observó la noche anterior sobre las primarias socialistas. El secretario general del PSOE se etiquetó como un "arriesgado prudente" cuando se le preguntó por los peligros del proceso de primarias. Reconoció Almunia que ha sido el primero "consciente de los riesgos para el partido y personales" que corrió al promover esta exitosa iniciativa, pero añadió que los asumió "con prudencia para que no se convirtieran en siniestros". "Hemos superado todos los riesgos de división y salimos más cohesionados y unidos que cuando entramos", dijo. Sobre la diferenciación de personas para ocupar los más altos cargos orgánicos e institucionales de los partidos, planteada también por Ruiz-Gallardón, Almunia apuntó que no es partidario de las "reglas fijas y escritas" y se proclamó capacitado para encabezar un proyecto común que derrote a Aznar y al PP en las próximas elecciones. Esa alusión a la hipotética y próxima victoria del PSOE sobre José María Aznar le sirvió a Almunia para arremeter contra el presidente del Gobierno, al que acusó de carecer de proyecto de estado y de visión autonómica, y de estar insultando permanentemente a la Junta de Andalucía y a los andaluces. Almunia prometió en Málaga que Aznar pagará caros esos insultos.
Apoyo firme de Chaves
Málaga, Granada, Sevilla y Huelva son las paradas que entre ayer y hoy recorrerá el candidato Joaquín Almunia de la mano del presidente de la Junta andaluza, Manuel Chaves, antes de regresar los dos últimos días de la campaña a Madrid. Ni Borrell ni Almunia han descuidado su presencia en esta comunidad, decisiva por ser la que reúne el mayor número de militantes socialistas. Hoy se despide de la región con un acto en el que recibirá el apoyo de la plana mayor del PSOE en Andalucía. Almunia, en cualquier caso, lo ha tenido más fácil que Borrell en Andalucía. Ha recibido públicamente los apoyos de los dos andaluces más emblemáticos del PSOE, Felipe González y el propio Chaves. El presidente andaluz recordó ayer que fueron los socialistas andaluces los que promovieron a Almunia en el 34º congreso para la secretaría general del PSOE, y pidió que se reafirme ahora esa propuesta. El presidente andaluz, consciente de lo que se dilucida dentro de tres días y del poder de la federación que dirige, se arrojó ayer a la defensa total de Almunia. "Los socialistas andaluces fueron los que marcaron la salida política al 34º congreso en el que se retiró Felipe González, y aquella apuesta política fue útil, eficaz y adecuada por el liderazgo de Almunia, que recogió el de Felipe sin reservas ni ambigüedades". El presidente andaluz no dejó resquicio alguno a la duda sobre sus preferencias en estas primarias: "Mi opción, como secretario general y como Manuel Chaves, es Almunia, porque aquella apuesta fue acertada y pienso que los socialistas andaluces deberíamos ahora reafirmarla".
El secretario general del PSOE intentó evitar las contestaciones ácidas u ocurrentes cuando se le mencionó ayer el nombre de Borrell o alguno de sus últimos comentarios, como el de considerar "retóricas y banales" las 11 líneas maestras del programa que Almunia avanzó el domingo en Toledo. Almunia suavizó su tono: "Probablemente es que no las escuchó bien, porque para mí hablar de la sanidad pública y de las pensiones, del estado de las autonomías y de atajar el problema del Poder Judicial no me parece algo banal sino los ejes vertebradores de un sistema".
Estudiantes por Chiapas
A las 20.30 de ayer, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de Málaga, con unas 500 personas, un grupo de universitarios le mostró al líder socialista su rechazo a las posiciones que mantuvo hace unas semanas en México sobre una resolución del Congreso que condenaba una matanza de indígenas en Chiapas. Los estudiantes interrumpieron el acto para desplegar pancartas con lemas como "Almunia, estás apoyando el genocidio en Chiapas". Una joven accedió al estrado para entregar a Almunia un documento con sus reclamaciones. Y el líder del PSOE aseguró que lo leería y le haría llegar su opinión.
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