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BALONCESTO » FINAL A CUATRO

El Kinder lo ventila en un santiamén

El Partizan claudica en 10 minutos ante Savic y la solidez italiana

Robert Álvarez

El Kinder hizo rugir su motor un par de veces y se metió en boxes. Le bastó para desarbolar al Partizan y verificar la consistencia de su pole position para la final de mañana. En 10 minutos desmitificó el pedigrí yugoslavo y remitió al Partizan a las señas de identidad a pesar de las cuales llegó a la final a cuatro: fue 17º de los 24 que participaron en las liguillas y si está en Barcelona es gracias al enrevesado sistema de competición y a los deméritos del Olympiakos y del CSKA en los cruces de octavos y de cuartos de final.

El Kinder, aun sin forzar la máquina, dejó entrever todos y cada uno de sus atributos. En realidad, en eso basa su fortaleza. Tampoco es un equipo tan rutilante. Cuenta con una superestrella, Danilovic; un pívot de lo más prometedor que corre por Europa, Nesterovic; Savic; un base notable, Rigaudeau, y tres o cuatro jugadores aceptables.

KINDER BOLONIA 83

PARTIZAN 61Kinder Bolonia: Rigaudeau (12), Sconochini (6), Danilovic (10), Nesterovic (14), Savic (23); Abbio (9), Frosini (2), Crippa (0), Binelli (7) y Morandotti (0). Partizan de Belgrado: Djokic (8), Brkic (17), Radosevic (2), Drobnjak (8), Tomasevic (14); Lukovski (3), Koprivica (2), Cubrilo (5) y Varda (2). Árbitros: Betancor (España) y De Kayser (Bélgica). Primer partido de la final a cuatro de la Euroliga. Unos 10.500 espectadores en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

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Pero es un equipo que apenas comete errores, que sabe esconder sus defectos y que saca un gran partido de todas y cada una de las virtudes de sus jugadores.

Ayer tuvo que recurrir cuando peor lo pasó a la experiencia de Savic. El pívot ex azulgrana y ex madridista sostuvo a su equipo en unos instantes iniciales en los que el fulgurante balance defensivo del Partizan le puso en aprietos. Fueron 10 minutos. Savic resolvió la papeleta desde el interior de la zona y hasta liberó la cerrazón del juego de ambos equipos con un triple que rompió la monotonía de penetraciones, faltas personales y balones doblados para los postes altos.

No encontró mejor forma de actuar el Partizan y poco a poco fue doblando la rodilla ante la superioridad de Savic, que despabiló también a Nesterovic. Cuando superó el primer trance (14-12), el Kinder desplegó su arsenal: el talento de Danilovic, la garra de Abbio -que neutralizó a Brkic, el único yugoslavo que estuvo en el partido-, la rapidez de Sconochini, la visión de Rigaudeau...

Salvo una ligera reacción del Partizan (36-49), el partido tuvo dueño mucho antes ya del descanso, cuando el Kinder sumó 20 tantos de ventaja. Gustó el equipo italiano, pero es de desear que la final sea mucho más exigente con él. El AEK no parece dispuesto a actuar con contemplaciones ante el equipo que comanda Danilovic, convalesciente de una lesión que ayer no le impidió arremangarse.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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