Pobreza intelectual
Hace unas semanas falleció el profesor Pere Alberch, director en su día del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y, salvo una carta en esta misma sección, no he visto necrológica alguna en la prensa diaria. Creo que este investigador bien merece un recuerdo, porque cuando con los cinco dedos, por poner un ejemplo, cogemos la pluma para escribir estamos manejando un apéndice pentadáctilo cuya morfogénesis demostró, en estudios desarrollados en la Universidad de Harvard, para los vertebrados que así lo han conformado a lo largo del tiempo con recalcitrante estabilidad, como afirma el eminente paleontólogo Stephen Gould.La ausencia de esta noticia en la prensa refleja la pobreza intelectual de esta sociedad, y pongo a continuación dos ejemplos que confirman tan desgraciada opinión.
¿Han desaparecido para siempre los espejos cóncavos del callejón del Gato? Dónde vamos a exorcizar ahora los españoles nuestras atávicas deformaciones sino es frente a esos espejos de matemática cóncava, como demostró Valle-Inclán.
Y si hemos de cargar con esas taras, al menos podríamos consolarnos con la poesía ... ; en tal caso no vaya usted a Soria a refugiarse bajo el viejo olmo herido de muerte por el rayo, como cantó don Antonio Machado; la incuria que lo rodea y el abandono de su conservación no invitan precisamente a una sosegada meditación.
Dos ejemplos de cómo se celebra el 98, la "España va bien" de final del milenio.-
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