El Sinn Fein no logra el consenso interno sobre el acuerdo de paz
El partido republicano irlandés, Sinn Fein, concluyó ayer su Congreso general sin confirmar su postura definitiva sobre el documento político acordado este mes en Belfast. La decisión se ha demorado, hasta las próximas semanas, mientras el líder unionista, David Trimble, exige a la rama política del IRA que declare el "fin de la guerra" que enfrenta a las comunidades católica y protestante de Irlanda del Norte desde hace más de 25 años. Las dificultades del Sinn Fein con el paquete de medidas constitucionales, institucionales y prácticas del documento acordado entre los principales partidos norirlandeses el pasado Viernes Santo quedaron evidentes este fin de semana. Durante las dos jornadas del Congreso, que reunió a más de mil delegados en Dublín, los debates oscilaron desde las posturas más críticas al acuerdo hasta la defensa incondicional de los líderes republicanos, el presidente Gerry Adams y el principal negociador, Martin McGuinness.
Los duros del movimiento republicano recelan del carácter particionista del documento y, según defendieron en Dublín, se niegan a aceptar un acuerdo que peque en "una mínima fracción" de lograr la unidad de Irlanda. Para este sector, la división de la isla, en los años veinte, quedará firmemente institucionalizada con la modificación de la Constitución irlandesa que ha prometido emprender el Gobierno de Dublín. De aprobarse el acuerdo en los referendos previstos para el próximo 22 de mayo, la reclamación de soberanía irlandesa sobre los condados del norte quedará supeditada al "consentimiento" de la mayoría de los habitantes de Irlanda del Norte.
Sin respuesta definitiva
Los delegados del Sinn Fein abandonaron su Congreso sin dar una respuesta definitiva al acuerdo. No es la única decisión que queda pendiente de resolver en las próximas semanas. Otra cuestión que podría dividir al movimiento -la participación en la Asamblea autónoma que previsiblemente se creará en Belfast- pasa igualmente al foro de debate extraordinario que la rama política del IRA organizará dentro de un plazo máximo de un mes. Para presentar candidatos al autogobierno, institución que apuntala legalmente la división de la isla, el Sinn Fein debe antes modificar sus estatutos. Para liderar a su partido hacia la reforma constitucional interna, Adams cuenta a su favor con los organismos transfronterizos entre el norte y el sur de Irlanda, que, según el documento, tendrán capacidad ejecutiva.
David Trimble, el líder unionista de la fuerza mayoritaria en el Ulster, lanzó ayer una clara advertencia a los delegados republicanos. "El Sinn Fein debe declarar que la guerra ha concluido. Es su responsabilidad", señaló. Con el respaldo de su partido al documento, con un voto mayoritario del 70% emitido el sábado, Trimble ha fortalecido su liderazgo, así como las perspectivas de que la población norirlandesa acepte el proyecto político en la consulta del próximo mes.
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