La plantilla se conjura sin Antic
Un primer periodo horrible, rematado con un resultado trágico (2-0) y ante un rival de los que escuecen, el Sporting, colista destacado de la tabla desde el comienzo del campeonato, les pareció demasiada humillación a los jugadores del Atlético. Los futbolistas aguantaron la bronca de Antic en los vestuarios, atendieron a sus correcciones tácticas (¡Aguilera había jugado de central en esa primera parte, y Ramón y Prodan de laterales!) pero no dijeron nada. Sólo escucharon. Luego, nada más saltar al campo, y ya sin el entrenador cerca, decidieron reconducir el partido por su cuenta. Se juntaron cerca del área de Molina y allí, mientras se esperaba la salida del Sporting y el trío arbitral, realizaron una especie de cónclave.Fueron dos minutos de conjura: "Estamos haciendo el ridículo. Es el Sporting. Que nos quedamos sin UEFA. Hay que ganar". Dicho y hecho. Los futbolistas dieron la vuelta en 15 minutos al resultado y arreglaron su panorama: conquistaron su primera victoria fuera de casa desde el 1 de noviembre y, gracias a los tanteos de terceros equipos, se volvieron a meter en posición UEFA. El Atlético vuelve a ser séptimo, con los mismos puntos que el Betis, que es octavo.
La reunión de los jugadores tenía mensaje. Podían haberse gritado en los vestuarios, realizar allí la conjura, pero no lo hicieron. Tenían que hablar en ausencia de Antic y que la gente lo viera. Necesitaban dar publicidad a su gesto, airear con descaro que por un lado está el entrenador y por otro, ellos. Que van a morir por salvar la temporada, pero no por evitar la marcha de su entrenador. La guerra entre la plantilla y el técnico viene de largo, del curso pasado, pero es ahora cuando se reconoce sin disimulo.
A Jesús Gil, el dueño del club, el gesto de su plantilla le dejó mosqueado. A este paso, sus jugadores le van a obligar a intervenir antes de tiempo.
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