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FÚTBOL 34ª JORNADA DE LIGA

Paunovic rescata al Atlético

Los madrileños perdían por dos goles en el descanso ante el Sporting, el colista

El Atlético de Madrid tuvo que apelar a su propio orgullo, a la suerte y a la inspiración de un suplente, Paunovic, para levantar un partido que tenía perdido virtualmente en el descanso. El asunto, tras un primer tiempo bochornoso del equipo de Antic, no hubiera pasado a mayores si el rival que estaba enfrente no hubiera sido el colista; ese Sporting de Gijón hundido en Segunda, que durante casi toda la temporada ha sido víctima de sus propios errores de planificación y que muchos equipos de la categoría creen vencible sin necesidad de bajarse del autobús. El Atlético, más que del autobús, hubo de bajarse de la nube cuando enfiló el camino del vestuario en el descanso, miró el marcador y vio en él un elocuente 2-0 en contra. En realidad, la ventaja del Sporting podía haber sido doble en ese momento, de no haber mediado dos intervenciones prodigiosas de Molina, el único de todo el cuadro de Antic que se ganó el sueldo en el primer tiempo.El Sporting, con una alineación mezcla de jóvenes recientemente promocionados y de veteranos en el escaparate para un eventual traspaso, encaró el partido con inusual audacia. Antic se descolgó cambiando su remendado sistema defensivo y colocando a Aguilera de central, junto a Andrei, con Ramón en la derecha. Aguilera tenía como misión cerrar al veloz Tcherishev, la única baza ofensiva sportinguista. El ruso no fue mayor problema, salvo cuando al Atlético se le empezó a complicar el partido por su propia indolencia y el entusiasmo de un rival ordenado y orgulloso. Iban 25 minutos cuando Molina echó a córner un derechazo del torpedo ruso que iba a la cepa del poste.

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Hasta el descanso, una tormenta se desencadenó sobre el área del Atlético. Por entonces, Kiko y Vieri aún no habían entrado en el partido y el Atlético era un equipo acomodado y falto de conexiones con su ataque. David Cano acertó a poner el sello a una fantástica acción individual de Manolo y abrió el marcador en el minuto 42. Treinta segundos después, Lardín mandó fuera el balón en la primera llegada visitante al área enemiga. Un minuto después Nikiforov lanzó un misíl sobre el portal de Molina y éste se lució con la parada del partido. En el córner subsiguiente Trotta remató a un metro de la portería el 2-0. En los últímos cinco minutos del primer tiempo el Atlético hizo el ridículo.

Tras el descanso, Antic prescindió de experimentos defensivos, devolvió a Aguilera a la banda derecha y trató de arreglar el descosido echando mano de Paunovic y Jose Mari para ubicarlos en las bandas atacantes. Fue Paunovic quien en varios arranques de inspiración personal sacó al Atlético del atolladero y lo llevó a remontar el marcador adverso. Del 2-0 al 2-3 en 15 minutos.

Hizo dos goles, intervino en todas las jugadas de ataque y supo sacar partido de un Sporting que acabó diluyéndose como un azucarillo en el agua. Además de Paunovic, el Atlético necesitó que el Sporting volviera a ser el colista y que los jugadores de Antic sacaran del cuerpo toda la mala uva, que en gran parte fue a proyectarse sobre el defensa Otero, agredido por Kiko y Vieri. El Atlético acabó comiéndose al Sporting a golpe de córneres y bombeos.

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