Borrell compara la ilusión que genera con la que creó Felipe González en 1982
Cuando Felipe González hace más explícito el peso de su apoyo a Joaquín Almunia, José Borrell empieza a buscar y remarcar públicamente las posibles similitudes y paralelismos entre él y el ex líder socialista. Sobre todo en lo que se refiere a suscitar una ilusión y un entusiasmo como el que levantó el candidato electoral del PSOE en 1982. El ex ministro de Obras Públicas exigió ayer qué "nadie utilice el temor para impedir que se vote" a su candidatura, e invitó a los socialistas andaluces, la organización más determinante del partido, a que no dejen que nadie les diga lo que tienen que hacer.
Ante un auditorio de más de 900 personas, que llenaban el teatro Cervantes, Borrell apeló a que Felipe González ha sido el candidato socialista más votado, a la vez, en Cataluña y Andalucía. Y aprovechó ese recuerdo para afirmar que a él también le gustaría recoger esa herencia, y ser en estas elecciones primarias el candidato más votado no sólo en Cataluña -ya lo fue en el último congreso de los socialistas catalanes- sino también en Andalucía.Con una ironía dirigida a los colaboradores de Almunia que han difundido sondeos favorables para éste, Borrell recordó que ahora, como dijo Felipe González en las elecciones legislativas de 1993 y l996,"no hay que hacer caso a las encuestas. ¡Hay que ganar a las encuestas!". El ex secretario de Estado de Hacienda invitó a los socialistas andaluces a que escuchen con respeto la opinión de sus dirigentes pero sobre todo atiendan al criterio que les trasladen los ciudadanos sobre quién es el candidato mejor para ganar a Aznar: "A los andaluces ya os han dicho demasiadas veces a quiénes había que poner y a quiénes había que quitar".
Borrell optó ayer por responder a algunos comentarios críticos hacia él de Almunia. Así, frente a que pueda seducirle demasiado la erótica del poder, respondió que él se presenta a estas primarias para contribuir "a que ganemos, en plural, en sentido colectivo, las próximas elecciones. Yo no tengo un proyecto personal. Mi proyecto es el vuestro, el de todo este partido, que es mi única familia política y mi segunda familia humana".
Frente a las ironías de Almunia hacia su excesivo centralismo, Borrell replicó que sólo se opuso a pretensiones de los nacionalistas cuando creyó que rompían la cohesión autonómica. Y ante el calificativo de "jacobino irredento", explicó que siempre ha sido un catalán federalista y añadió que los socialistas deben ser "artífices de una España federal".
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