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Cien vecinos de La Rosilla atacan a un agente para liberar a un detenido

El poblado marginal de La Rosilla, uno de los supermercados de la droga de Madrid, vivió otra noche de tensión. Un centenar de personas atacaron y arrojaron piedras a un agente que, junto a un compañero, detuvo a un vecino por su conducción temeraria. Una mujer le arrebató su porra reglamentaria y otra le quitó la placa. El policía efectuó un disparo al aire y consiguió escapar del cerco del vecindario según el 092. Los vecinos, en cambio, acusan a los agentes de maltratar a este joven.

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Un foco de tensión

La pareja de agentes municipales se encontraba de servicio en el interior del poblado de La Rosilla a las 23.30 del jueves. Una furgoneta Ford Transit entró en el barrio a gran velocidad. Según la Policía Municipal, el coche "casi atropella a una mujer que cruzaba por la plaza de La Rosilla y a uno de los agentes que trató de interceptar la furgoneta". La pareja del 092 detuvo el coche y esposó al conductor. Éste opuso resistencia a la actuación policial lanzando gritos.Los agentes se vieron envueltos en un tremendo tumulto. Decenas de personas comenzaron a rodear a los policías. Uno de ellos, al que lanzaron piedras, insultaron y zarandearon, efectuó un disparo disuasorio al aire. Uno de los agresores, según la versión oficial, dijo a los agentes que estaban siendo apuntados, desde algunas ventanas con armas de fuego largas, "lo que pudieron comprobar los policías", según la nota oficial del cuerpo. El detenido aprovechó la confusión para huir con los grilletes puestos. Los agresores se dispersaron cuando llegaron los agentes de refuerzo tanto del 091 como del 092. El supuesto conductor temerario consiguió huir.

Los vecinos niegan las acusaciones policiales. María, la madre del joven esposado, reconoce que su hijo había bebido y asegura que hubo un roce con el agente. Sin embargo, matiza que su hijo fue esposado en el suelo y maltratado. "Se pasaron y sólo les dimos un escarmiento, pero nadie les apuntó, aunque podíamos haberlo hecho", dice la madre. Según los vecinos, la hermana del detenido dio una palmada al agente por esposar en el suelo a su hermano: "Si tú vieses que a tu hermano le pegan, qué harías", se preguntaba ayer la hermana. Mantienen los moradores del poblado que no quisieron hacer daño al agente. "Sólo le quitamos la placa y la porra para demostrarle que era un héroe cagado y luego se la devolvimos", dijo ayer Antonio, un vecino que aclaró que el joven esposado huyó porque el agente le quitó los grilletes. Nacho, uno de los vecinos más respetados, expresó la indignación del vecindario: "No podemos consentir que nos pegue un payo y menos un agente. Si alguien comete un delito, que se lo lleven, pero que no nos pisoteen".

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