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GENTE

ARTE Y COMUNICACIÓN

Angela Marshall, pintora americana, inauguró ayer, en la galería Decima, de Londres, una exposición personal. Muy personal. Según publicó ayer el diario The Independent, Marshall pintará sus cuadros allí mismo y no los venderá si el pretendido comprador no mantiene relaciones sexuales con ella, en plan aquí te pinto, aquí te mato. La muestra, que tiene el alentador título de Fuckart and pimp, algo así como Jod-arte y chuleo, prevé que la autora reciba a los clientes uno a uno, realice la obra y, si quieren comprarla y ella accede a vendérsela, pasen por la piedra in situ, con las siguientes tarifas artístico-sexuales: cuadro pequeño, 6.300 pesetas y sexo oral; tela mediana, 12.500 y relación completa. Los amantes de experiencias extravagantes tendrán que ir al tamaño sábana total, que por poco más de 19.000 pesetas cabe suponer que les deparará momentos artísticos inolvidables. El conservador de la exposición, Alex Chappel, ha explicado, por si alguien no lo hubiera entendido, que "es esencial que el público haga el amor con Angela para que se consume su arte". Ella, vestida de la guisa que aparece en la fotografía adjunta, que incluye leopardo, sombrero rojo, wonderbra y correa de perro al cuello, asegura no estar preocupada por el sexo, sino por lo suyo, que es "arte y comunicación con otras personas". Se ignora el número de obras de que puede llegar a constar la muesta.

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