Dos versiones del Consejo de Ministros

El portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, salió ayer al paso de la información publicada por EL PAÍS según la cual el Consejo de Ministros fue informado, en su reunión del 7 de marzo de 1997, del Plan de Objetivos del Cesid -en el que figura como prioridad infomativa el entorno de ETA, incluida HB- afirmando que "el plan de escuchas del Cesid no se discute por el Gobierno". Rodríguez admitió, no obstante, que "el Gobierno tiene que tener conocimiento de las líneas generales y los objetivos generales de actuación de los servicios de inteligencia. En ningún caso, en esas líneas generales se habla de ningún partido político concreto ni de actuaciones concretas, sino de ese objetivo general de luchar contra el terrorismo".

Por su parte, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que inicialmente se negó a confirmar o desmentir la noticia -apelando al secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros, como hizo su compañero Mariano Rajoy- explicó más tarde: "No tengo un recordatorio de todos los temas que se tratan, pero estoy seguro de que en alguna ocasión el ministro de Defensa habrá informado de algo tan obvio como son los objetivos esenciales del Cesid".

El propio Ministerio de Defensa informó, en una nota hecha pública el 7 de marzo de 1997, de que "el Consejo de Ministros, en su reunión de hoy, ha autorizado al ministro de Defensa a firmar la aprobación de los objetivos que este año deberá cumplir el Cesid". El plan es un listado genérico, en el que se fijan las áreas de actuación prioritarias del servicio secreto, pero no los métodos a utilizar.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aseguró ayer que se está "mordiendo la lengua por prudencia en el asunto de las escuchas a HB y pidió a Aznar que ofrezca una explicación "contundente y exhaustiva" sobre el caso y acabe con las peleas y rencillas entre sus ministros".

Finalmente, el coordinador de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, Joseba Permach, aseguró ayer que tiene la "constancia moral de que, además de sus sedes de Vitoria y Bilbao, también han estado sometidos "al espionaje del Cesid y de diferentes fuerzas armadas estatales" los locales de la coalición radical en San Sebastián y Pamplona.