Vertidos

Leo el otro día en la prensa un artículo denunciando los vertidos incontrolados de no importa qué objetos al Guadarrama en la zona noroeste de Madrid: coches, lavadoras, etcétera.Cualquiera puede ser testigo hoy día del estado lamentable del cauce de tantos arroyos, ríos y mares. Aunque bien es verdad que se está empezando a tomar conciencia de este problema, se hacen campañas de limpieza, etcétera, creo que la verdadera causa del problema está en cada uno de nosotros. Voy a tratar de explicar el porqué.

¿Qué es el agua? Es un líquido incoloro, inodoro e insípido cuya fórmula es H2O. Éste es el concepto que en el colegio se nos transmitió a miles de niños sobre la naturaleza del agua. Un concepto puramente físico y muerto de un elemento maravilloso y sonoro portador como lo es de la vida. No se nos enseñó a venerar y amar el agua, sino únicamente a verla como un elemento vehiculizador de procesos fisico-químicos y mecánicos. Esto, qué duda cabe, forma parte de la realidad global que es el agua, pero también la integran sus fuerzas cualitativas de vida, que hoy día, por cierto, son registrables por métodos científicos.

Como el concepto que tenemos del agua está muerto dentro de nosotros, nos permitimos el lujo de maltratarla en el exterior, confiando en su aparentemente inacabable capacidad de regeneración.

Habría que ampliar el conocimiento que tenemos sobre el agua desde lo puramente físico-químico-mecánico hasta la esfera de sus fuerzas vitales, también medibles como antes decía, pues sólo puede el ser humano llegar a respetar y amar aquello que conoce en profundidad.-