Los socialistas europeos ofrecen el diálogo a las fuerzas de centro ajenas a la Internacional

El Grupo del Partido Socialista Europeo (PSE) acordó ayer en Londres afianzar los contactos y el diálogo con las fuerzas de centroizquierda con el objetivo de intercambiar ideas y buscar soluciones comunes en la creciente sociedad global. El cónclave estuvo dominado por el optimismo ante el ascenso del socialismo y la socialdemocracia, como lo demostró la participación de nueve jefes de Gobierno de la Unión Europea (UE). La reunión habitual de los partidos socialistas europeos adquirió en esta ocasión un protagonismo especial.

Con el mapa europeo irradiando en rojo, más un posible cambio de Gobierno en Alemania con el ascenso en las encuestas del socialdemócrata Gerhard Schröder, el cónclave puso de manifiesto "la tremenda fuerza y vitalidad de la socialdemocracia", según señala el comunicado final emitido ayer. "Reinó un sentimiento de optimismo en la mesa", confirmó poco después el primer ministro sueco, Goran Persson.Los asistentes retomaron el debate sobre el futuro de la izquierda europea que inició Tony Blair, primer ministro británico, al sugerir el pasado febrero la opción de la tercera vía, es decir, el acercamiento a doctrinas políticas no acogidas a la Internacional Socialista. Blair limó las posibles dudas a su propuesta durante el almuerzo de trabajo que ofreció ayer en su residencia oficial de Downing Street. "No es incompatible con el trabajo que la Internacional Socialista encomendó a la comisión que preside Felipe González", explicó Joaquín Almunia, secretario general del PSOE.

El PSE, por tanto, apuesta por extender el diálogo hacia las fuerzas políticas de centroizquierda, incluido el Partido Demócrata estadounidense. "Tenemos la suficiente, autoconfianza para fortalecer los contactos con el resto del mundo", afirmó Persson. Igual posición adoptó Robin Cook, ministro británico de Exteriores, al señalar que este acercamiento "no representa una muestra de debilidad, sino que tenemos posiciones de base muy fuertes".

Además de cuestiones de organización interna, como la redacción de un manifiesto común para las próximas elecciones al Parlamento Europeo, la reunión del PSE estuvo dominada por discusiones sobre empleabilidad y reforma económica dentro del contexto de la Unión Monetaria. Hubo unanimidad respecto a la necesidad de fomentar proyectos educativos y de formación que mejoren las perspectivas de empleo.

"La alternativa de la derecha", explico Almunia en una conferencia de prensa, "es ineficaz e Indeseable" puesto que alienta las desigualdades sociales. "Los europeos no queremos desproteccción, sino que apostamos por dotar a los trabajadores de conocimientos y formación para hacer frente con éxito a los cambios de la globalización", continuó.

Con el país anfitrión, Suecia y Dinamarca, distantes del euro, al menos en su primera fase, el cónclave no alcanzó conclusiones comunes respecto a las consecuencias de la Unión Monetaria.

Tanto Persson como Cook aseguraron ayer que sus respectivos electorados serán quienes decidan si optar por la Unión Monetaria.