Corrupción en Yalta
El motivo oficial que esgrimió el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, para destituir hace poco más de un mes al alcalde electo de Yalta, Alexandr Kalius, fue que éste se mostró incapaz de cumplir con su obligación de pagar los salarios atrasados.Una ridiculez, ya que en Ucrania, como en Rusia, son millones los empleados públicos que llevan meses sin cobrar y, si deben cesar los responsables, las primeras cabezas en caer tendrían que ser las del presidente y el jefe del Gobierno.
La causa real fue, probablemente la lucha por el control de cerca de 200 establecimientos hoteleros o médico que están en vías de ser privatizados y cuya propiedad se encuentra en disputa con Rusia reclamando buena parte de ellos como heredera del poder soviético que ordenó construirlos. La tarta es muy jugosa: 300.000 millones de pesetas si se valoran los edificios, y hasta 20 veces más si se incluyen los terrenos.
El proceso está punteado por episodios de violencia que incluyen algún que otro asesinato por contrato. La muerte como resultado de un atentado con bomba cometido el pasado febrero del veceprimer ministro crimeano Alexandr Safontsev, tuvo probablemente que ver con este embrollo.
