El carrusel más duro y selectivo

, La Vuelta al País Vasco más dura y exigente de los últimos tiempos comienza hoy en Hondarribia (Guipúzcoa). Un pelotón de lujo ha confirmado su participación en una carrera que presenta un perfil sumamente montañoso, con 24 puertos.Un año más son favoritos Alex Zülle (Lotus) y Laurent Jalabert (ONCE), que hasta el año pasado eran compañeros de equipo. Ambos harán bien en no descuidar al campeón holandés y brillante vencedor de la Setmana Catalana, Michael Boogerd (Rabobank). La representación española, que no gana esta carrera desde que en 1990 lo hiciera Julián Gorospe, tiene a Roberto Heras (Kelme) y Mikel Zarrabeitia (ONCE) a sus más sólidas opciones.

A falta de grandes cumbres la organización de la Vuelta al País Vasco ha apostado por la acumulación de pequeños puertos en tres de las cinco etapas en línea que tiene la carrera. Los ciclistas de casa, acostumbrados a entrenarse por estas carreteras, ya han alzado su voz advirtiendo de la dureza del recorrido. Algunos cruzan los dedos y miran al cielo -rogando que la meteorología tradicionalmente adversa- sea benigna a partir de hoy. Especialmente temida es la segunda etapa, entre Hondarribia y Balmaseda. Con 239 kilómetros, tiene intercalados diez altos de montaña entre la salida y la llegada. Son pasos que en ningún caso superan los diez kilómetros pero que poseen porcentajes de hasta el 12%, como el puerto alavés de Bikotx, puerto insólito que ha sorprendido por su extremada dureza.

168 corredores (21 equipos de ocho) partirán hoy desde Hondarribia para terminar en el mismo punto en una etapa que servirá para algo más que para rifar el primer amarillo. El puerto de Erlaitz, a 25 kilómetros de la meta, realizará la primera selección. Como ya es habitual, lo más granado del pelotón internacional estará en Euskadi. Junto al podio del último Tour (Ullrich, Virenque y Pantani), el público podrá disfrutar con la presencia de Gotti, Zülle, Vandenbroucke, Tonkov, Jalabert, Richard y un largo etcétera. Tras la temible segunda etapa y una vez despejados los escarceos que prometen las llegadas a Viana y Vitoria, la organización ha programado una cronometrada, que este año no será cronoescalada, sino llana, de 25 kilómetros, circunvalando Hernani y recorriendo el circuito mundialista de Lasarte 65, una circunstancia que no se daba desde 1986 cuando Kelly arrasó al desconocido Maurizio Rossi.