Ninguna descalificación

La carta Fascistas no, publicada el 28 de marzo y firmada por Rosa Santana y cuatro firmas más de voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer, hace mención expresa a mi nombre y vierte algunos conceptos que no se ajustan al suceso mencionado en ella.En primer lugar, creo que debo señalar que en el debate parlamentario, cuya reseña recoge perfectamente el periodista, no expresé ninguna descalificación en contra de asociaciones o de las personas que trabajan en las mismas. Que expresé mi preocupación por la posibilidad de que, a través de las instituciones, se instrumentalice el trabajo voluntarIo. Por eso dije, y mantengo, que mi preocupación se refería a la estrecha colaboración entre el anterior director general del Voluntariado, señor Sada, con el presidente no electo de la Federación de Voluntarios de la Comunidad de Madrid, señor Alba, y me remití a la fuerte ideología de cada uno de ellos, el primero como legionario. de Cristo, donde tiene un cargo importante, y el segundo como participante en actos violentos nada democráticos en un pasado cercano y que algunos no hemos olvidado.

Al crear el consejero Gustavo Villapalos la Dirección General del Voluntariado, éstos son asuntos de mi competencia, y las asociaciones que piden y reciben Fondos públicos son competencía de los políticos. Quiero también significar que nunca hemos menos preciado el trabajo de los volun tarios de la Asociación Española contra el Cáncer, fundada por los Martínez Bordiú -familia política de Francisco Franco, como se sabe- para paliar las necesidades que había en aquel momento de la desasistencia a los enfermos de cáncer, hoy cubierto totalmente por la Seguridad Social.

¡Ah!, otra apreciación. Fascista viene de fascio, y fueron los creadores de estas organizaciones quienes usaron ese nombre. Yo no me asusto ni me desasosiego cuando me llaman comunista, porque lo soy, pero no soy ni he sido persona que haya usado jamás la violencia.- Diputada de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid.