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El fin de los "intocables"

Una generación que no ha conocido la guerra, el colaboracionismo ( ... ) ni el antisemitismo de Vichy acaba de juzgar, 56 años después del primer convoy de Burdeos hacia la deportación y los campos de la muerte y 50 años después de los procesos por traición al régimen de Vichy, a un cómplice administrativo de la solución final. (...) Castagnéde, presidente de la Audiencia, y el abogado Marc Robert no habían nacido en el momento de los hechos que se juzgan. La mayoría de los miembros del jurado, tampoco. (... ) Papon, antiguo secretario general de la prefectura de Gironde, pertenecía a esa categoría de servidores del Estado que no estaban comprometidos ideológicamente, que eran partidarios de Vichy o de la resistencia según los acontecimientos, como muchos de los que luego serían dirigentes franceses, y que hizo bajo la IV República una carrera excepcional. Fue prefecto de policía de París con De Gaulle y ministro con Giscard. Papon tenía a su disposición un abanico impresionante de certificados de buena conducta, de servicios prestados a la República y de testigos que le hacían casi intocable. Papon ha sido condenado, no por una militancia trágica en favor de una ideología monstruosa, sino por su actividad como alto funcionario autoritario, eficaz e indiferente a las consecuencias de sus actos. (...) La sentencia pone fin a los intocables, eventualmente responsables, pero nunca culpables.

3 de abril

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