Discrepancias en el PSOE sobre si la ejecutiva debe definirse por uno de los dos candidatos
, La duda sobre si la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE debe o no decantarse por uno de los dos candidatos a la presidencia del Gobierno se posó ayer sobre los protagonistas de las primarias. Los más firmes partidarios de Joaquín Almunia defendieron que el próximo lunes el órgano de dirección del PSOE se pronuncie. José Borrell, mientras, recordaba a la ejecutiva que espera que su nombre no aparezca en esa discusión ya que él no ha sometido su candidatura a la deliberación de la dirección del partido sino que se ha acogido a las firmas del comité federal.
"Cuando haya terminado el proceso de recogida de firmas de los militantes, pedido por Joaquín Almunia, y de miembros del Comité Federal, solicitado por José Borrell, entonces la ejecutiva expresará su opinión, que además de un derecho está recogido como una obligación estatutaria", zanjó el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, en declaraciones a la Cadena SER. Pero esta afirmación de Ciscar abrió una cascada de interpretaciones sobre si la ejecutiva debe pronunciarse por un candidato teniendo además en cuenta que los dos aspirantes son miembros de ese órgano ejecutivo: Almunia, secretario general; Borrell, vocal.Además de Ciscar, defendieron que se pronuncie la ejecutiva José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, y Ramón Jáuregui, responsable de política autonómica. Bono aseguró que la ejecutiva tiene que pronunciarse: "No es que pueda, es que tiene esta obligación". Jáuregui no apeló tanto a la norma como a la política: "Los militantes deben saber si la ejecutiva que eligió en un congreso tiene un candidato y luego ellos votarán lo que quieran".
La confusión viene para algunos por el hecho de que si no existiera este proceso de primarias no hay otro camino para designar a un candidato que no pase por que la ejecutiva proponga y someta el nombre a votación del Comité Federal.
Cuatro vías
El reglamento de primarias establece que se puede llegar a ser candidato por cuatro vías: el 7% de firmas de los militantes; el 15% del Comité Federal, el Consejo Territorial por mayoría, y la ejecutiva, también por mayoría. Almunia ha manifestado su deseo de acudir por tres vías: firmas del federal, de militantes y de la ejecutiva. Dentro de este novedoso proceso, el secretario general improvisa un poco cada día. Pide el pronunciamiento de la ejecutiva pero lo pospone hasta el lunes, cuando considera que ya habrá conseguido las firmas del federal y de los militantes.Borrell se alarmó ayer tras escuchar a Ciscar. Le parece bien que Almunia pida el voto a la ejecutiva, pero no quiere que su nombre se vote porque él no lo ha sometido a la consideración de la dirección del partido. "No quiero que aparezca el lunes que Joaquín Almunia ha sacado tantos votos y yo tantos, no, mi nombre que no aparezca", pide tajante.
En la línea de que la ejecutiva no se manifieste se expresó el diputado socialista y miembro de la ejecutiva del PSC Jordi Solé Tura. Opina que ese órgano debiera abstenerse de apoyar explícitamente a uno de los dos, aunque precisó que "es libre de hacerlo y tiene derecho".
Va calando la idea de que las ejecutivas regionales no se pronuncien como órgano colegiado, independientemente de lo que hagan sus dirigentes, y ya cada vez son más las que aseguran que no habrá pronunciamiento. Incluso las direcciones territoriales que se consideraban a favor de Borrell, según apreciación del entorno de Almunia. Es el caso de Jaime Blanco, secretario general de los socialistas cántabros, a quien el entorno de Almunia daba como partidario de Borrell por el hecho de que le ofreciera su firma para que fuera candidato. Blanco aseguró ayer que la ejecutiva que dirige será neutral.
Borrell presentó en sus nuevas dependencias, cerca del Congreso, al comité de apoyo que se ha constituido entre militantes socialistas de Madrid.
El ala izquierda del PSOE y representantes de la corriente Izquierda Socialista (IS) se desplazaron a la sede de este candidato para posar con él. Antonio García Santesmases y Manuel de la Rocha, de IS, estaban junto al presidente de este comité, Pedro Sabando, diputado en la Asamblea de Madrid. Eduardo Mangada, ex consejero de Política Territorial de la Comunidad de Madrid; Francisco Ramos, ex secretario de Estado; Marisa Álvarez, ex directora de la Mujer; Julián Ariza y Jesús Urrutia, destacados sindicalistas de CC OO y UGT, respectivamente; e intelectuales y profesionales como Manuel Reyes Mate, y José Mariano Benítez de Lugo firmaron el manifiesto. Todos ellos están trabajando para que Borrell protagonice un gran acto mañana en el hotel Chamartín, donde hace siete años, junto a Almunia, se puso en marcha la renovación para poner fin a la hegemonía guerrista. Precisamente ayer Alfonso Guerra aseguró que las primarias han generado un deseo de los votantes del PSOE de afiliarse al partido para participar en el proceso.
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