Las 'motocacas' retiraron en 1997 unas 11 toneladas más de heces caninas que en 1996
El hecho es indiscutible: en 1997, las 10 motocacas municipales que peinan la ciudad limpiando las heces de perro de las calles recogieron 173.000 kilos de moñigas; 11.000 más que el año pasado (un 6,3%).El concejal socialista Rafael Merino achaca el incremento de la cifra a que en las calles cada vez hay más cagarrutas perrunas; por su parte, el concejal de Limpieza, Luis Molina, del PP, sostiene que todo se debe a que se ha limpiado más y mejor. Molina añade que las 10 motocacas recorrieron en total 98 kilómetros, siete más que en 1996. "Además, los operarios saben ya los sitios más sucios, y por eso recogen mejor", añade el concejal.
El batallón motorizado de limpiadores de excrementos de perro empezó a actuar en febrero de 1995. Desde entonces, año tras año, ha subido tanto el número de kilómetros recorridos como el de kilogramos.
El PSOE acostumbra a efectuar la siguiente cuenta: si se divide el número de kilómetros por el de kilogramos recogidos y se establece un peso medio de la cagarruta en 100 gramos se llega a la conclusión de que "en Madrid hay una caca de perro cada 50 metros, más o menos".
Para atajar esta proliferación, el Ayuntamiento contratacará en breve con la compra de 300 postes-bolsa: es decir, los aparatos que figuran en algunas plazas y que contienen una bolsa en la que, teóricamente, el dueño del animal debe recoger el excremento. Molina comentó ayer que las 300 máquinas expendedoras de bolsas costarán unos 20 millones de pesetas. "Y pienso colocarlas donde digan los partidos de la oposición y los vecinos", dice. Y asegura que le llegan muchas cartas de vecinos donde le informan de lugares especialmente castigados con el mal de la caca de perro en la calle.
A lo largo de esta campaña antiexcremento de perro, el Ayuntamiento ha repartido, desde septiembre de 1993, 250 máquinas expendoras de bolsas, 10 motocacas y 15.000 pinzas de plástico denominadas en el sector comecacas y que fueron presentadas en diciembre de 1995 por los concejales de Limpieza y el de Medio Ambiente, Adriano García Loygorri.
Nada ha servido, ni los artilugios, ni los cursos, ni los bandos del alcalde, hasta ahora, según el PSOE, para evitar que muchos de los aproximadamente 80.000 perros censados en la capital no dejen perdida la ciudad con sus excrementos.
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