Nueva Izquierda cierra su congreso apostando por candidaturas únicas
Nueva Izquierda cerró ayer su primer congreso con el objetivo prioritario de ir hacia "candidaturas de convergencia" o dicho de otro modo: ir a listas electorales con el PSOE. Los andaluces exigieron que constara que Nueva Izquierda no renuncia a sus propias candidaturas. Fue la única divergencia del cónclave, que transcurrió apaciblemente. Diego López Garrido pedirá una entrevista con Aznar para explicarle las conclusiones del congreso.
Nueva Izquierda intentará como objetivo prioritario a partir de este congreso "candidaturas electorales de convergencia". 0 lo que es lo mismo, buscará la elaboración de listas únicas con el PSOE y, si fuera posible -algo que nadie cree-, también con IU. La formulación de esta conclusión fue el único punto de discrepancia, en un congreso que transcurrió sin sobresaltos. Es verdad que en las votaciones no hubo papeletas en contra, pero sí se registraron algunas en blanco (en torno a un 18%). Una forma discreta de mostrar divergencias sin hacer sangre.El tema se planteó al discutir las delegaciones el informe del secretario general, Diego López Garrido, que en el texto escrito se limitaba a decir que las alianzas se harían en función de la eficacia de cada caso concreto. Para algunos -los andaluces fundamentalmente- la ambigüedad no es que fuera calculada, es que no dejaba clara la propia independencia de Nueva Izquierda, sobre todo en aquellos sitios en los que hubiera mayores dificultades para lograr acuerdos con los socialistas.
En consecuencia, Jerónimo Andreu planteó que se incluyera que, "en ningún caso se renunciaba a presentar candidaturas propias". En su opinión, sería una forma de forzar al PSOE a aceptar las listas conjuntas. Lo peor son las matizaciones. Así que Ricardo Peralta le contestó que el debate no, estaba en listas únicas o listas propias. "El objetivo prioritario de. este Congreso es conseguir candidaturas de convergencia sin límites". Votóse y no hubo nada.
Tampoco hubo más en la lista del Consejo Político. Ni en la elección de Cristina Almeida y Diego López Garrido, como presidenta y secretario general, respectivamente. Nueva. Izquierda será el primer partido que tenga un defensor del afiliado, cargo que recayó en Luis Alonso Novo, viejo y curtido militante socialista, hoy en Nueva Izquierda.
Jóvenes y mujeres
Por lo demás, un congreso apacible. Ni un problema para aprobar que se luchará por bajar el derecho al voto a los 16 años. Ni para sacar las ponencias sobre reforma fiscal -que no se rompa la progresividad-, participación ciudadana, modelo de Estado -federalismo-, propuestas de empleo, o visión crítica sobre Europa. Dos cosas destacó López Garrido en su discurso de clausura: la presencia de jóvenes-cuota juvenil en la dirección- y mujeres en Nueva Izquierda -el 50% de los cargos son femeninos- y el afán del partido por el mundo de la cultura y de la ciencia. Conclusiones que, por cierto, López Garrido y Almeida tienen la intención de explicar personalmente al presidente de Gobierno, José María Aznar, si éste les concede una entrevista.Fue Labordeta quien cerró musicalmente el acto con Una tierra llamada libertad, coreada con entusiasmo por los asistentes, cogidos de la mano. Pero para manos y abrazos y besos los que se dispensaron López Garrido y Cristina Almeida. Tanto que, contagiado, el flamante secretario general terminó calificando a Nueva Izquierda, como "el partido del afecto". Y no contento, dijo: "Cristina y yo seremos una pareja de hecho para toda la vida, hasta que la muerte nos separe". Almeida, con cara de exagerado susto, negó reiteradamente con la cabeza.
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