"Del PSOE y de IU nos separan tanto la casa común como las dos orillas"
Cristina Almeida, abogada, nació hace 53 años en Badajoz. Es diputada. Entró en el PCE en 1964. Y fue expulsada en el 81. Fundadora de IU, fue expulsa da en 1997. Acaba de finalizar el Primer Congreso Federal de Nueva Izquierda. De él, dice Cristina Almeida, tiene que salir la recuperación de la ilusión de la izquierda. Pasan unos chicos por la calle y le mandan besos. Ella sonríe y se los devuelve. "Mira tú que me anden tirando besos los jovencitos por la calle...". dice.Pregunta. Dicen que ustedes, los de Nueva Izquierda, estarían mejor en el PSOE.
Respuesta. Pues no, señor. Si hubiera querido estar en el PSOE, me hubiera ido al PSOE. Pero resulta que estoy en Nueva Izquierda porque es ahí donde quiero estar. Porque no quise estar en el PSOE, estuve en IU. Y al no poder estar en IU, estoy en Nueva Izquierda. Y quien nos acusa de dividir la izquierda que sepa que muchas veces de la división salen las sumas.
P. Pero, ¿hay tantas diferencias entre un proyecto y otro, entre IU y PSOE y entre ambos con ustedes?
R. Las hay. Lo que pasa es que, a veces, son claras y, a veces, difusas. Nosotros, por ejemplo, no compartimos, con el PSOE el posibilismo, esa especie de aquietamiento a la inevitabilidad de la política. Ni esa cesión de conductas irreconciliables con la izquierda. Del PSOE nos separa la actitud frente a Europa. Estamos a favor, pero mantenemos una postura crítica, no entreguista. Estamos convencidos de que podemos dar una respuesta progresista a lo situación de la izquierda. Cuando fundamos IU, lo hicimos en parte como consecuencia de la propia degeneración del PSOE. Nos unió en IU la pluralidad. Y ahora nos separa su involución, algo que lleva a una política de marginación. Del PSOE y de IU nos separa tanto la idea de casa común como la teoría de las dos orillas. Esa idea de que en la orilla están los pecadores, que son todos los demás, y ellos solos, en una isla. De IU nos separan las políticas de alianzas. Nosotros tenemos una voluntad de diálogo que ellos no tienen. Y no lo digo desde el rencor.
P. Pero parece que la derecha está totalmente nucleada, mientras la izquierda sufre una división que, electoralmente, le perjudica.
R. Yo no estoy tan segura de que la derecha esté tan cohesionada. Es verdad que hay un partido de derechas con distintas fuerzas aunadas en un interés común, que necesita el apoyo de fuerzas de derechas, económicas y nacionalistas. Y eso permite que, habiendo más otos en la izquierda, gobierne la derecha. Eso exige un esfuerzo, pero no para nuclearse todos en un mismo partido. Hay que hacer una apuesta por el diálogo de la izquierda. Lo que me preocupa es que sea incapaz de entenderse.
P. ¿Hay algún tipo de acercamiento con sus antiguos compañeros de IU?
R. No se ha producido diálogo porque todavía estamos en un proceso de que a los expulsados, ni agua. Pero en el parlamento nos unimos, sin necesidad de hablarnos, en los temas importantes y en los que antenemos posturas muy similares.
P. ¿Y qué pasará a partir de este congreso?
R. Éste ha sido realmente el primer congreso de Nueva izquierda. Nosotros creemos que hay un espacio para una izquierda tolerante, sin miedos a cosas pasadas, con un mayor concepto de libertad. Nueva Izquierda quiere dar salida a los problemas de los ciudadanos. Y ése es el reto que tenemos ahora: recuperar nueva gente, nuevos compromisos políticos con gente joven. Queremos recuperar la idea de la política como compromiso, no como profesión. Lograr una sociedad abierta en las libertades. Y hay otra apuesta: unir a las fuerzas progresistas para desalojar a la derecha del poder.
P. También parece que del congreso ha salido una oferta electoral, lo que llaman plataformas progresistas.
R. Es una respuesta a un sentimiento social. La gente se siente de una izquierda progresista y moderada. Y ése es un espacio en el que nos movemos bien. Pero para nosotros hablar de plataformas es más que buscar pactos, es una forma de apostar por una nueva idea de la izquierda. Es recuperar a mucha gente, a muchas ideas. Convocar la capacidad de ilusión.
P. Hay quien dice que usted sería una buena candidata para la alcaldía de Madrid.
R. Sé que mucha gente habla de mí en Madrid. Mi actitud personal es que, al estar hace tiempo fuera de cuestiones municipales, tal vez no sería yo la candidata adecuada. Pero, si Nueva Izquierda lo ve de otra forma, me lo pensaría. Pero que nadie piense que me ofrezco para ello. Y eso que tengo un gran recuerdo de los años que pasé en el Ayuntamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.