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Todos contra Doohan

El Mundial arranca el domingo en Japón con el objetivo común de destronar al número uno

Esta conjura no admite dudas de ningún tipo. Todos están de acuerdo. Todos quieren ver derrotado al tetracampeón. Todos: rivales, aficionados, periodistas, organizadores... Todos quieren recuperar el espectáculo, la emoción, el divertimento. Ya ha habido suficiente con la suprema superioridad mostrada por el australiano Michael Doohan en las recientes temporadas. La temporada 1998, que está a punto de comenzar, nace con una consigna exclusiva: batir al número uno.La categoría de 500cc es ahora más reina que nunca. Está Doohan con su Honda y a su estela un ramillete de figuras hambrientas de honor que incluye a los españoles Álex Crivillé (Honda) y Carlos Checa (Honda), pero también a los japoneses Tadayuki Okada (Honda), Norifumi Abe (Yamaha) y Nobuatsu Aoki (Suzuki); al estadounidense John Kocinski (Honda), y al italiano Max Biaggi (Honda).

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Los dos últimos suponen una inyección de savia nueva y prometen aún más emoción si cabe. Kocinski, aquel niño rebelde que en 1990 privó a Carlos Cardús de la corona de 250cc, regresa a los grandes premios después de varias temporadas corriendo y triunfando en superbikes.

Biaggi, por su parte, da el salto después de ganar cuatro títulos consecutivos de dos y medio. En los entrenamientos de pretemporada ya ha demostrado que puede convertirse en la gran amenaza para Doohan, en ese sucesor del rey actual que todos ansían llegar a ser. Ese sueño es común: lo tienen una docena de pilotos.

Todo vuelve a depender del supercampeón australiano. A los 32 años, con 4 títulos, 83 podios y 46 victorias en su historial, asegura que aún tiene la motivación intacta. Se ha preparado como siempre. "Puede que sea mi último año", explica, "o quizá aguante otro más. Seguiré aquí mientras me divierta y esté delante". Mientras todos los rivales suspiran por derrotarle, a Doohan le interesa sobre todo pasárselo bien. Y eso tiene un único significado: ganar.

Gasolina sin plomo

Desde el punto de vista técnico, el reglamento ofrece una novedad muy importante para 1998. A partir de esta temporada todas las motos de las tres categorías deberán utilizar gasolina sin plomo. Este cambio ha obligado a todos los fabricantes a adaptar sus motores, y el trabajo en los cuarteles de invierno ha sido más intenso que otros años. Por lo que se ha visto en la pretemporada, la norma verde puede hacer variar la relación de fuerzas en todas las cilindradas.Honda sigue siendo la marca que batir en la categoría reina y 1998 es un año muy especial para su departamento de competición (HRC), que cumple 25 años y querría celebrarlo con título. Si puede ser, además, que lo gane un japonés por primera vez en la historia. Sin embargo, parece que los rivales, Yamaha y Suzuki, se han acercado. Y tampoco Doohan está muy dispuesto a complacer ese deseo de sus patronos. De momento, ha conseguido ser el único piloto de Honda que correrá con un motor diferente.

En total, la parrilla de 500cc presenta 17 motos oficiales, garantía de espectáculo y emociónes baja temporal Aprilia, que prefiere desarrollar su moto en la fábrica para volver cuando sea realmente competitiva. El honor europeo lo defiende ahora la firma alemana MuZ, que regresa al campeonato del mundo después de varias décadas de ausencia, aunque la moto que llevará el italiano Doriano Romboni no es más que una versión remozada de la Elf que compitió en 1997, a la que se le ha cambiado el nombre y la financiación.

Entre los pilotos destaca la desaparición en las listas de inscritos de varios nombres ilustres: el australiano Daryl Beattie y Alberto Puig, ambos retirados tras lesiones mal curadas, y el italiano Luca Cadalora, que no ha encontrado una montura adecuada. En las primeras carreras tampoco participará el francés Jean-Michel Bayle (Yamaha), lesionado en la cabeza durante unos entrenamientos privados celebrados en Malaisia en el mes de febrero.

En cualquier caso, queda claro que la vocación del Mundial es convertir la categoría de 500cc en la auténtica fórmula 1 de las dos ruedas. Las hermanas pequeñas cada vez resultan más pequeñas. Los 250cc se han quedado huérfanos de sus dos mejores pilotos, Biaggi y Ralf Waldmann -el alemán pasa a 500cc en el equipo de Kenny Roberts- Y sólo la presencia de la nueva figura emergente, el despampanante italiano Valentino Rossi (Aprilia), deja algo de vida al dos y medio, aunque también la tradicional lucha por la primacía entre Honda y Aprilia permite prever tardes bastante igualadas.

Sin pronóstico en 125cc

En 125cc no hay pronóstico. Sigue siendo la cilindrada más abierta, aunque la mayoría abrumadora de pilotos italianos y japoneses resta interés en otros países. Entre las dos nacionalidades suman 17 de los participantes, y este predominio se repite en términos generales pues entre las tres categorías Italia cuenta con 20 representantes y Japón con 17.Desde el punto de vista de las marcas, los números no dejan lugar a dudas: manda Honda, con 37 máquinas de las 73 inscritas para el todo campeonato. En cuanto al anunciado retorno de Derbi, la marca catalana lo ha pospuesto hasta la próxima campaña.

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