Abandonados
El pasado día 16 de marzo, en uno de mis múltiples viajes por trabajo, tuve que desplazarme a Vitoria.Mi agencia me advirtió que el vuelo (IB 8711) saldría por Torrejón; es decir, el pasajero se presenta en el aeropuerto de Barajas, factura su equipaje y con santa paciencia (tuvimos más de 30 minutos de retraso) espera a que un autobús le lleve a Torrejón, desde donde despegan los aviones de la compañía Air Nostrum.
Tenía suerte, o eso pensé yo, puesto que el vuelo que me devolvía a Madrid ese mismo día (IB 8568) me habían dicho que aterrizaba en Barajas.
Mi sorpresa fue cuando, a los cinco minutos de despegar de Vitoria, el piloto anunció que, debido al tráfico aéreo en Barajas, íbamos a aterrizar en Torrejón.
¡Y así fue! Aterrizamos en Torrejón. Tuvimos que esperar sentados en el avión, porque no había autobuses para recogernos.
Tras una corta espera fuimos conducidos por la azafata, a pie, a una sala de espera.
Y ésa fue la última vez que vimos al personal de Air Nostrum. Esperamos el autobús durante más de 50 minutos. Taxis no había. Nadie te explicaba nada.
¡La próxima vez me iré a Vitoría en autobús!-
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