Tratamiento de los problemas del taxi
El tratamiento dado por su periódico en los últimos días a los problemas del taxi y a la muerte del taxista me ha parecido muy lamentable. Al titular la crónica del día 10 con la falta de mamparas en los taxis desvían la atención del suceso y casi dan a entender que los culpables de las agresiones son los propios taxistas por no llevar mampara.No sé qué es lo que tendrán ustedes contra el sector del taxi, y en especial contra la Federación Profesional.
Su periódico en particular ha adoptado últimamente posturas de defensa de un sector como el del aceite, que vive de las subvenciones, o de otro como el de la minería, que vive del resto de los españoles; pero, en este caso, mientras 20.000 personas se juegan diariamente la vida y se dejan la salud trabajando más de 14 horas para sobrevivir, ustedes adoptan una postura de desprecio que es más despreciable en un periódico con una línea editorial como el suyo.
El problema se acentúa cuando no están bien informados sobre algunos datos: los afiliados de la Asociación Gremial no deben llegar en la actualidad a 5.000 y ustedes dan cifras del doble.
Esta asociación es una herencia del régimen anterior, en el que la afiliación era obligatoria. Por eso muchos taxistas siguen nominalmente afiliados, pero sin pagar cuota alguna.
La sede de esa asociación, sita en la calle de Santa Engracia, es un inmueble representativo cuyo valor en el mercado supera los 500 millones, que es propiedad de todo el gremio.
No hay que ser un visionario para ver los problemas del sector: basta con salir a la calle y ver que en Madrid sobran taxis.
Toda solución debe pasar por una reestructuración del sector amortizando licencias y regulando las horas de trabajo para dignificar la profesión y dar mejor servicio.
Lamento haberme extendido tanto, pero creo que una ocasión así lo requiere. En cualquier caso, agradezco su atención y me despido atentamente.
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