El hospital vulnera la intimidad de la mujer que murió en una sala de TV
La familia no la cuidaba, según una nota
El hospital Clínico de Zaragoza difundió ayer su primera reacción oficial sobre la muerte de una paciente ingresada en una sala de televisión de ese centro médico: un fax con membrete y sello oficial del Insalud y elaborado por la gerencia reprodujo el testimonio de una vecina de la fallecida según el cual la familia no la había cuidado convenientemente en su enfermedad y la mantenía en una casa con malas condiciones higiénicas. La nota no explica por qué la mujer permaneció tres días en una estancia sin timbres de aviso, sin toma de oxígeno ni atención regular.
Además, el cadáver de Francisca Núñez, de 79 años, permaneció 11 horas en la sala de televisión hasta que el juez de guardia acudió a levantarlo, porque el médico de guardia del Clínico no había querido firmar el certificado de defunción. Sus hijos Alfonso y Araceli Andréu Núñez no recibieron la comunicación del fallecimiento de Francisca por parte del hospital, y se enteraron de la noticia por la acompañante de otra paciente ingresada en la misma sala de televisión con un derrame cerebral. Las condiciones en las que estaba ingresada fueron denunciadas por la familia en el juzgado de guardia el mismo día de su muerte.A juicio del abogado de la familia, Javier Checa, el hospital ha contestado ante estos hechos de una manera "inaudita": con la reproducción del testimonio prestado por una vecina que, al conocer la. muerte de Francisca, acudió al Insalud para narrar en qué condiciones vivía antes de ser ingresada. El fax del Insalud de Zaragoza no facilita el nombre de esta vecina -pero sí el número del carné de identidad -"ante posibles represalias de terceros" contra ella.
La denunciante se personó el pasado día 20, según el escrito enviado desde la gerencia del hospital, en el servicio de atención al paciente para manifestar que conoce a la fallecida desde hace 30 años y sabe lo mal cuidada que estaba.
Diferencia de fecha
Esta mujer asegura que vio a Francisca en una tienda de su barrio a la una de la tarde del pasado día 12 de marzo (pese a que todas las informaciones publicadas sobre el caso relatan que Francisca había sido ingresada en el Clínico el día 11 ). Añade que estaba en una silla y era atendida por la dueña de la tienda. Le ofreció ayuda y la mujer pidió que le comprara leche y la ayudara a llegar a casa. Una vez allí, la denunciante le preparó un vaso de leche y observó que el hijo de Francisca "se encontraba tumbado en un sofá". La denunciante le recriminó que no ayudase a su madre y comprobó "las muy deficientes condiciones de higiene en las que habitaba doña Francisca Escuer".El hospital Clínico no tenía ayer por la tarde a nadie que pudiese contestar sobre la difusión de esta denuncia. Hasta ahora, ha respondido a las acusaciones asegurando que admitió a la paciente para no dejarla en la calle, pero la junta de personal del hospital ha acusado a la dirección del centro de instalar a pacientes en salas de televisión y de actuar movida por criterios economicistas. También la plataforma de defensa de la sanidad pública condenó ayer estas prácticas, mientras que el consejero de Sanidad, Fernando Labena, anunció ayer en las Cortes de Aragón que iba a preguntar sobre el caso y que solicitaría informes para conocer lo ocurrido.
Alfonso Andréu muestra una versión de los hechos muy diferente: "Para que estuviera peor que en casa no la habría llevado al Clínico, al menos en mi casa yo la atendía", declaró ayer. Alfonso. llevó a su madre al hospital el viernes día 11, a las tres de la tarde, por recomendación del médico de cabecera: tenía un proceso bronquítico agravado por la diabetes que padecía. A las doce de la noche la ingresaron en la habitación.
A Francisca la encontraron muerta a las siete de la mañana del sábado día 14.
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