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La Guardia Civil desarticula en Vitoria el 'comando Araba' y detiene a 11 de sus miembros

Disponían de tres pistolas, dos fusiles Cetme,una metralleta UZI, 119 kilos de explosivos y un deseo inequívoco de matar. Habían cometido siete atentados en el plazo de un año,pero la fortuna se alió siempre con las víctimas y no se produjeron heridos. Ayer, de madrugada y sin disparar un tiro, la Guardia Civil terminó con la carrera criminal de 11 miembros del comando- Araba de ETA. Dos de ellos, Aitor Bores Gutiérrez, de 31 años, e Ignacio Crispín Garcés, de 34, estaban a sueldo de la organización y eran buscados desde el otoño de 1997. Otro, Miguel Berasategui Aseguinolaza, de 26 años y dueño de una discoteca de Bergara (Guipúzcoa), fue la pista que la Guardia Civil siguió para identificar a todo el comando.

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Aitor Bores e Ignacio Garcés dormían profundamente a las cuatro y media de la madrugada de ayer, cada uno con su pistola cargada sobre la mesilla de noche. No les sirvió de nada. La Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil apenas necesitó unos segundos para entrar en el piso -situado en pleno centro de Vitoria-, inmovilizarlos y poner les las esposas. También detuvieron allí a Jesús María Huerta Fernández, de 31 años y economista dé profesión, un "chico muy educado" a decir de sus vecinos .Uno a uno -y en pisos de Vitoria, Amorebieta, Bergara y Anzuola- fueron cayendo todos los integrantes del comando. Se evitaba así, en palabras del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, "mucho dolor, sufrimiento, angustia y tragedia".No fue el trabajo de una noche. Aitor Bores e Ignacio Garcés -los responsables del comando eran buscados desde el 17 de noviembre de 1997. Ese día, y tras cometer un atentado con explosivos contra unas instalaciones de Telefónica en Munguía (Vizcaya), consiguieron burlar un control de la Guardia Civil, que sí logró detener a un colaborador del comando, José Antonio Hernández Velasco. Fue éste quien confesó que ETA estaba intentado reconstruir el comando Araba y proporcionó todos los datos sobre Aitor Bores, alias Patxi, natural de Sopelana (Vicaya) e Ignacio Crispín Garcés, nacido en Otxandio (Vizcaya) y mecánico industrial de profesión. Aunque sabían que la Guardia Civil les seguía la pista, Bores y Garcés tuvieron tiempo de cometer otros cuatro atentados, uno de ellos contra Fernando Visa, concejal del PP en Santa Cruz de Campezo (Álava). La bomba-lapa adosada a la furgoneta falló y uno de los hijos del concejal, Josu, de 20 años, sobrevivió a la explosión.

La suerte volvió a actuar el 27 de enero. El comando Araba lanzó cuatro granadas contra el cuartel de la Guardia Civil en Oñate (Guipúzcoa) sin que tampoco se produjeran víctimas. Uno de los proyectiles sobrevoló la habitación de un agente -donde dormía junto a su esposa y a un hijo de cuatro años- y fue a incrustarse junto a la cama. El 21 de febrero colocaron un artefacto explosivo junto a la puerta de la sede del PP en Santander, y el 25 junto al coche particular de un militar en Vitoria. Antes, el 5 de mayo de 1997, el comando Araba cometió uno de los atentados más audaces de ETA. Dos terroristas consiguieron colarse con una furgoneta de reparto de pan en la base militar de Araca, a pocos kilómetros de Vitoria, y colocar dos bombas. Una de ellas estalló debajo del despacho del coronel jefe del acuartelamiento. Tampoco hubo heridos.

Mayor Oreja se refirió a estos atentados para advertir que el comando desarticulado ayer -y al que la policía atribuye en total siete atentados- no sólo actuaba en la provincia de Álava, sino en todo el País Vasco e incluso en Cantabria. Por tanto, dijo el ministro, el comando Araba podía convertirse en un sangriento grupo tan activo como el Vizcaya, desarticulado hace seis meses y también por la Guardia Civil. Según Mayor, y refiriéndose a una operación anterior, el comando disponía de una lista de militares y concejales del PP contra los que tenía previsto atentar.

Mayor Oreja, que compareció en Madrid acompañado del secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, y del general Ángel García Fraile Gascón, se deshizo en elogios hacia la Guardia Civil. Atribuyó el éxito en ex clusiva a "la profesionalidad y competencia de la Guardia Civil", y no al "mérito de los políticos ni del ministro del Interior". La operatividad de ETA en Euskadi queda reducida ahora al comando Donosti, ya que el Nafarroa también está neutralizado.

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Gómez de Liaño

Mayor Oreja mostró ayer su agradecimiento a la Audiencia Nacional. "Y especialmente", añadió el ministro, "agradezco la colaboración ejemplar del juez Javier Gómez de Liaño y de los funcionarios de su juzgado". El ministro hizo luego extensible su gratitud al resto de los jueces de la Audiencia Nacional, así como a su presidente, Clemente Auger.La operación continuó abierta durante todo el día de ayer, y además de a los liberados (a sueldo de ETA) Bores y Garcés, la Guardia Civil detuvo a nueve laguntzailes (colaboradores) más. Jesús Huerta Fernández, Mikel Berasategui Aseguinolaza, Cristina Acha Gallastegui, Una Zubizarreta, José Ángel Echezarreta y su esposa María Paz Lacasa Lasheras; Luis Elizardo Roncero Retortillo, Francisco Egiluz Fernández y Carmen Irízar. Todos ellos fueron trasladados a última hora de ayer a dependencias de la Guardia Civil en Madrid antes de pasar a disposición judicial.

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