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LAS VENTAS

Estella oye los tres avisos

Venir a debutar a la plaza de Madrid, lleno de todas las ilusiones y los deseos de gustar y triunfar, para encontrarse con que a uno le echan un novillo al corral debe ser algo así como sentarte a la puerta de tu casa a ver pasar a las mocitas y que se te vengan encima todos los tiestos que la vecina del tercero tiene en el balcón. Una catástrofe.

Este grave trastorno le ocurrió a Ángel Estella con su segundo enemigo. Fue un novillo sin clase, como casi toda la novillada, muy incierto, apagado, con molesto punteo y exceso de frenadas. Un bicho descastado, que fue empeorando a lo largo del trasteo. Nada vistoso pudo conseguir el debutante, que resultó desarmado al final. A la hora de matar, el diestro se perfilaba muy lejos, ponía el brazo por delante y no hacía la cruz. Y es que Estella es estudiante de Medicina y es posible que los libros de Patología no le dejen tiempo para practicar la suerte suprema con el carretón.

Guadamilla / Romero, Estella, Diego

Novillos de La Guadamilla, de presencia desigual, sosos.Alfonso Romero: pinchazo y estocada desprendida (silencio),- estocada delantera y once descabellos (silencio). Angel Estella, nuevo en la plaza: pinchazo y estocada corta (silencio); seis pinchazos -primer aviso- pinchazo, descabello, media atravesada -segundo aviso-, seis descabellos -tercer aviso- y el toro es devuelto al corral (silencio). Juan Diego: pinchazo hondo y descabello (aplausos); dos pinchazos y estocada atravesada (aplausos y algunos pitos al saludar). Plaza de Las Ventas, 19 de marzo. Menos de un cuarto de entrada.

El debutante no había estado mal con su primero. Fue un novillo soso, distraído, mal lidiado con demasiados capotazos. Cortaba terreno por el pitón derecho y Estella lo toreó con la zurda. Llegó a conseguir algunos muletazos con clase. No redondeó una faena por las malas condiciones del animal, pero dejó buena impresión. Lo del novillo al corral ha sido una desgracia que debe superar.

Actuación meritoria

Ya puede volver Juan Diego a su casa contento y satisfecho, porque ha tenido una actuación muy meritoria. Sorprendió a los más escépticos con los lances de recibo en el tercero del encierro. Fueron unas verónicas muy hondas, con el morlaco siempre bien toreado, rematadas como es debido. y, lo que es más importante, ganando terreno. Las cerró con dos medias muy ceñidas, a la manera abelmontada. En el quite capeó con toreros delantales y una chicuellna bordada. Y con la muleta hubo pinturería, además de buen toreo con la mano derecha. Por el pitón izquierdo se paraba el novillo y la cosa no resultó tan brillante.No era fácil el utrero que cerró plaza y a pesar de ello Juan Diego le sacó buenos naturales y pases de pecho. Anduvo con la cabeza en su sitio y aún le sobró inspiración para adornarse con gusto. Algunos, ni se enteraron.

Alfonso Romero se mostró frío y correcto. Un novillo mortecino y otro siempre a la defensiva le impidieron mejores hazañas.

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