Moscú expulsa a dos diplomáticos noruegos acusados de espionaje

Ojo por ojo y diente por diente. Así respondió ayer Rusia a la expulsión de dos de sus diplomáticos en Noruega, que tuvieron que abandonar Oslo el domingo pasado acusados de espionaje. Ahora Moscú acaba de declarar personas non gratas, por la misma razón, a dos diplomáticos noruegos, quienes deberán abandonar Rusia antes del sábado. El embajador de Noruega en Moscú, Per Tresselt, fue convocado ayer ante el Ministerio de Exteriores ruso, que le informó de que los servicios secretos tienen "pruebas incontrovertibles" de que el ministro consejero Rune Castberg y el cónsul general en la ciudad de Múrmansk, Ole Bjornoy, estaban "envueltos en actividades incompatibles con su estatuto oficial", fórmula que equivale a calificarlos de espías.El primer ministro noruego, Kjell Magne Bondevik, dijo que las expulsiones eran "innecesarias, infundadas y lamentables", pero declaró que hay que "mirar al futuro y tratar de normalizar las relaciones" entre ambos países. Moscú ya había advertido que tomaría medidas de represalia después de que Oslo expulsara a sus diplomáticos. Los noruegos, además, prohibieron la entrada de otros tres rusos y cancelaron la visita de Bondevik, que debería haber llegado ayer a Moscú en una visita oficial de dos días.