Almunia advierte que dimitirá si en las primarias del PSOE para La Moncloa resulta derrotado
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, ha advertido de antemano que, en el supuesto de que tenga que competir con otro aspirante en las elecciones primarias para la candidatura a la presidencia el Gobierno, si resulta derrotado dimitirá de su cargo de secretario general. Almunia aún no ha tomado "la decisión personal" de ser el candidato a La Moncloa, pero si acepta quiere pasar "por el requisito de la firma de los afiliados".
Hoy por hoy no parece haber problemas para que unos 38.000 militantes socialistas, es decir, el 10% de la afiliación total, firmen para apoyar a Almunia como candidato, tal y como establece uno de los cuatro caminos para concurrir a las primarias.Lo que al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, le parecía mal, a Almunia le parece lo correcto y necesario. El político extremeño implícitamente censuró al secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, por advertir que si perdía las primarias se sentiría desautorizado y, por tanto, presentaría la dimisión como máximo responsable del partido.
Para Almunia, esta doctrina es impecable y, por primera vez, dio a entender que se aplicaría esa máxima: "Yo creo que un secretario general que sale derrotado de unas elecciones primarias tiene que presentar la dimisión".
Una trampa
A Rodríguez Ibarra, por el contrario, esto le parece "una trampa" y así se lo comunicó la pasada semana en Toledo a los miembros del Consejo Político Territorial socialista. Para el dirigente socialista extremeño si los militantes saben que su secretario general dimitirá si pierde en la liza con otro aspirante, la mayoría, por responsabilidad y para no abrir una crisis en el partido, votará al secretario general.Esta teoría tendrán oportunidad de debatirla el próximo sábado en una reunión del Comité Federal, de máxima trascendencia por los asuntos que se van a tratar. A Joaquín Almunia ya no le quedará más remedio que afrontar el deseo mayoritario de su partido de que sea el candidato para las próximas elecciones generales. Se aprobará un reglamento y un calendario. Todavía hasta ayer, después de celebrarse la reunión de la ejecutiva, Almunia decía que no había tomado "la decisión personal" de ser candidato. Segundos más tarde añadía, sin embargo, que tiene "disponibilidad" para serlo.
La cuenta atrás empezará el próximo día 23. Ese día y hasta el 7 de abril se abre el plazo para que se presenten candidatos a la presidencia del Gobierno. Si hay varios, la votación se producirá el 24 de abril por el Comité Federal del PSOE. Si sólo hay uno, ese mismo día y ese mismo órgano votará al único candidato.
Se puede ser candidato por cuatro vías. Puede hacer una propuesta la Ejecutiva Federal por mayoría; el Consejo Político Territorial también por mayoría; un 20% del Comité Federal, y un 10% de los afiliados. "Si soy candidato es que habré pasado el requisito de la firma de los afiliados". Esta es la opción que más gusta a Almunia. El PSOE declara tener 383.000 militantes por lo que habrá que juntar algo más de 38.000 firmas.
Cuando el próximo lunes 23 de marzo los militantes del PSOE se movilicen para proponer candidatos, los simpatizantes todavía no podrán dar ningún paso, ya que antes habrá que abrir el llamado Censo Federal de Simpatizantes, en el que se inscribirán todos aquellos "que manifiesten su voluntad de colaborar y participar en las actividades del partido, sin alcanzar formalmente el grado de afiliado o afiliada", según señala el artículo primero del reglamento elaborado para crear esta figura, que deberá ser debatido y en su caso aprobado en el comité federal del próximo sábado.
El hecho de que el proceso de primarias empiece por el candidato a la presidencia del Gobierno y no para las elecciones municipales y autonómicas de 1999 hará que los simpatizantes se estrenen en el segundo proceso.
De momento, hay satisfacción por el primer ensayo de primarias, en el País Vasco. Almunia elogió ayer al ganador, Nicolás Redondo, y a la perdora por muy poco, Rosa Diez, y aprovechó para tachar al líder del PNV, Xabier Arzalluz, de "rnachista". Almunia le exigió excusas por describir a Diez, consejera vasca de Turismo y Comercio, como "pizpireta", y dio por seguro que al candidato del PNV a lehendakari, Juan José Ibarretxe, nadie le llamaría "pizpireto".
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