Presión del dinero

La Bolsa se benefició ayer de la inercia generada por Telefónica y consiguió un nuevo máximo histórico, pero lo hizo en medio de numerosas dudas sobre la capacidad del conjunto del mercado para mantener esa tendencia alcista. La contratación sigue muy alta, más de 200.000 millones de pesetas, e indica que el mercado de renta variable continúa siendo el mejor recurso para la inversión y el ahorro, pero hay algunos factores que pueden distorsionar esa trayectoria a corto plazo.El Banco de España, por ejemplo, decidió ayer que lo mejor es mantener los tipos de interés, incluso cuando dos tercios del dinero que se solicitó en la subasta pedía una rebaja de un cuarto de punto.

Algunos observadores aludían a la necesidad del banco emisor de contar con un buen margen de maniobra para cuando se produzca la convergencia, ya que la decisión adoptada ayer no puede basarse en posibles tensiones inflacionistas a la vista del dato del índice de precios al consumo (IPC) publicado el jueves. Otra explicación está en el deseo del Banco de España de sorprender al mercado, es decir, de actuar fuera de las expectativas creadas por operadores y analistas y atenerse a su propio criterio.

En cuanto a la Bolsa, el índice general de Madrid ya ha alcanzado, prácticamente, el margen concedido por los analistas en sus últimas revisiones, dato que podría explicar por sí mismo las numerosas dudas que aparecieron ayer y que dieron lugar a un buen número de realizaciones de beneficios. En esta ocasión la apertura de Nueva York apenas aportó algo más que incertidumbre, sobre todo cuando de forma repentina el índice Dow Jones sufría un recorte de 45 puntos que anulaba las ganancias obtenidas en los primeros minutos.

Las bolsas continúan apuntando hacia arriba, pero también muestran con sus evoluciones que la trayectoria no va a ser ni fácil ni lineal. Alguna explicación por parte del Banco de España podría ayudar algo, aunque ayer la Bolsa no se alteró cuando se mantuvo el precio del dinero.