Los 'supercomercios' y el campo

Muchos miles de millones de pesetas públicas invertidas en accesos a Madrid.Los supercomercios las reconducen en su propio beneficio, taponando estos accesos. Acuden enjambres de consumidores consumistas creyendo ahorrar un dinero que realmente se gastan en el automóvil: gasolina, etcétera.

Por ejemplo, la N-V en Alcorcón. La comunicación de Madrid con Extremadura, el occidente de la provincia de Toledo el sur de la de Ávila y, por supuesto, con el suroeste de Madrid, sufre un incremento de una desesperante hora, por término medio, tanto de ida como de vuelta, en el tiempo de recorrido, que hace inútil el esfuerzo de construir autovías. Miles de propietarios de segundas viviendas o de simples domingueros o sabaderos tienen que pensar en renunciar al campo o al pequeño turismo. Estos empleos del ocio, bastante sanos, revitalizan muchos pueblos vaciados por el imán contaminante que es la gran ciudad.

Además, el menor precio de estos supercomercios se consigue a base de destruir miles de puestos de trabajo de las tiendas normales (muchos de ellos no contabilizados por quedar en el ámbito familiar, pero que eran trabajo real).

¡España va bien! Y el sistema neoliberal es bueno y justo.-