El rostro moderado
Joschka Fischer, el carismático dirigente verde cuyo nombre ha sonado como posible titular de Exteriores en una coalición con el SPD, reconoció que el partido está "dividido" en política internacional y que había emitido una "señal errónea", al rechazar el empleo de contingentes militares en tareas de pacificación. Fischer, de 49 años, es el verde más ministrable y aceptable por las otras fuerzas políticas alemanas.
El político, uno de los mejores oradores del Bundestag, tiene una estrecha relación con Wolfgang Schaüble, el delfín de Kohl, y es el máximo representante del sector realista, que se considera enfrentado con el sector fundamentalista, dentro del partido.
Preguntado por los elementos nacionalistas que algunos creen ver en el lenguaje de Gerhard Schröder, el candidato del Partido Socialdemócrata a la cancillería, Fischer manifestó que este político es "flexible" y, piense lo que piense, se verá obligado a ajustarse a un marco de acción predeterminado, porque Alemania depende de sus socios europeos.
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