Un taxista, en estado crítico tras ser acuchillado en el cuello por un ladrón
Amador Suárez Menéndez, taxista de 56 años, permanecía anoche en estado crítico tras haber sido acuchillado en el cuello por resistirse a entregar su recaudación. La salvaje agresión ocurrió dentro del taxi en la calle de Caballero de Gracia, junto a la Gran Vía. Eran las cuatro de la tarde y decenas de personas caminaban por la calle. Según los testigos, el taxista dijo al cliente, a través del espejo retrovisor, que le dejase en paz. Pero el cliente, identificado como Rufino José X., de 24 años, le respondió rajándole el cuello. El agresor fue detenido por los agentes cuando escapaba por la calle de la Montera.Amador Suaréz quedó semiinconsciente sobre el volante. Un policía le taponó el corte, en la parte derecha del cuello, para frenar la abundante pérdida de sangre. El herido fue trasladado por el Samur-092 al hospital Clínico. Anoche su estado era muy grave. Los médicos del Samur señalaron que había sufrido un profundo corte de arma blanca en la arteria carótida. Fue operado ayer tarde y trasladado a la UVI. Según el Jefe del hospital, el doctor Martínez, su evolución era favorable dentro de la extrema gravedad.
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El agresor del taxista huyó sin robarle la recaudación
Rufino José subió al taxi de Amador en el distrito de Latina. Al final de la calle de Caballero de Gracia, el taxi de Amador se detuvo. Delante había un autobús y detrás otro taxi, cuyo conductor vio, al igual que varios transeúntes, cómo Rufino acuchillaba en el cuello a Amador. El agresor, según la policía, no llegó a robar nada. El taxímetro del coche marcaba 900 pesetas.En el momento de la agresión, una mujer que pasaba por la calle golpeó los cristales del taxi al ver cómo apuñalaban a Amador desde el asiento trasero.
Varios comensales y empleados del restaurante Paellería Valenciana, en el número 12 de la calle de Caballero de Gracia, salieron a la calle: "Oí cómo el hombre pedía socorro. Estaba sobre el volante, movía la cabeza de un lado a otro. Tenía toda la camisa blanca llena de sangre y la hoja del cuchillo clavada en el cuello", dijo Rafael Crespo, dueño del establecimiento.
Andrés García, un cliente de la paellería, observó que el agresor, con las manos ensangrentadas, corría hacia la calle de la Montera. "Salí detrás de él y también corrían tras sus pasos varios agentes, algunos con las pistolas en las manos. Un policía consiguió agarrarle y luego le sujetaron entre cuatro o cinco policías más", relató. El detenido fue conducido a la comisaría de Centro.
Los vecinos explicaron que gracias a la numerosa presencia policial en la zona se consiguió detener al agresor. Esta rapidez policial, junto a la del Samur y de los médicos del Clínico, también fue destacada por el delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, quien por la tarde acudió al hospital para interesarse por la víctima y hablar con su esposa.
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