Llamada al orden

¿Qué ocurre para que el consejero de Obras Públicas y Transportes de la Comunidad de Madrid, Luis Eduardo Cortés, no llame al orden al alcalde de Galapagar, que interpreta a su manera las normas urbanísticas? Ya era hora de que El País Madrid informara sobre el caos y los egoísmos urbanísticos que se están generando en este pueblo.¿Cómo es posible que, por mucha autonomía que pueda tener un consistorio, no se reordenen calles en las que la recogida de basura no se puede ofrecer porque el camión no cabe (calle del Pintor Rafael Boti) ¿Qué ocurriría con el camión de los bomberos si se Produjera una desgracia? En Galapagar se construyen edificios con balcones situados a la altura de la cintura (calle de La Pedriza), no se lleva a cabo el alineamiento y retranqueado de numerosísimas fincas para dotar a las calles de aceras, de arbolado e iluminado (calle de Guadarrama, calle de La Pedriza, delante del mercado municipal).

En el casco urbano de Galapagar existen solares atestados de escombros y basura (calle de Ramona, calle de Torrelodones ... ). Ahora mismo se construye un edificio, pared con pared, con la iglesia (siglo XVII). Galapagar se ha convertido en un villorrio medieval y lóbrego. Favelas en la sierra.

En este pueblo no hay semáforos, el tráfico está escasamente regulado, y ser minusválido o llevar a tu hijo en el cochecito se convierte en un suplicio. Está prohibido pasear. Nos tenemos muy bien ganado el mote de "Galapagar de las altas grúas".-