_
_
_
_
VUELCO ELECTORAL EN LA INDIA

Los nacionalistas hindúes se convierten en la primera fuerza de la India, al borde de la mayoría

Los nacionalistas hindúes del Bharatiya Janata Party (BJP, Partido del Pueblo de la India), con algunos aliados en diversas partes del país, confirmaron ayer la progresión de los últimos años y se consolidaron como la primera fuerza política india, a una veintena de escaños de la mayoría de los 272 necesarios para poder gobernar. El resultado fue también balsámico para el Partido del Congreso, de Sonia Gandhi, que, de un estado terminal, ha pasado a convertirse en una fuerza de unos 160 parlamentarios que también aspira a formar Gobierno.

ENVIADO ESPECIAL

Más información
El Partido del Congreso aspira a renovarse en la oposición

El Congreso podría gobernar de no haber sido por el desastroso veredicto que han dictado las urnas a la coalición saliente del Frente Unido, reducida a un centenar de diputados, la mitad de los que tenía. Todo depende ahora de las intensas negociaciones del BJP y del Congreso con otros pequeños partidos. Dada la tradición política india, los resultados permiten aventurar un futuro Gobierno muy volátil. Algún analista incluso predijo que habrá nuevas elecciones de aquí a un par de años.India se preguntaba anoche para qué habían servido estas elecciones después de unos resultados que prácticamente dividen la Lok Sabha (Cámara baja del Parlamento) en dos bloques idénticos -el del BJP y coligados frente al Congreso y al Frente Unido- en torno al umbral de los 272 escaños. El indio de la calle lleva varias legislaturas reclamando estabilidad en el Gobierno de Nueva Delhi y una vez más se va a quedar sin ella. Tal es el ansia por un Gobierno firme que los dos principales partidos han tentado a los electores con la promesa de que sólo ellos eran capaces de garantizar la estabilidad.

A falta de algunas circunscripciones, anoche se atribuían al BJP y aliados 250 escaños, frente a los 166 que se otorgaban al grupo del Congreso y afines y los 95 concedidos al Frente Unido, una coalición de centro-izquierda, partidos regionales y otros formados en torno a las castas bajas que sólo en una alarde de humor se puede calificar de unida.

Los dos principales grupos clamaban victoria. En la sede del BJP había euforia. "Esta vez no se nos escapa", dijo un portavoz. Nunca habían estado tan cerca del poder. Hace dos años, con sólo 195 diputados, su candidato a primer ministro, Atal Behari Vajpayee, encabezó un Gobierno durante 13 días, hasta que fracasó en la moción de confianza. Ayer, Vajpayee, un hombre moderado en un partido que tiene intensas corrientes de extremismo, sonrió sin decir nada cuando se le preguntó si iba a ser el nuevo primer ministro. El presidente del BJP, Lal K. Adanavi, en la línea más dura, señaló que "la situación es diferente a la de l996".

El BJP reclama su derecho a que el presidente le encargue la formación del Gobierno porque es la primera fuerza política india, con presencia ahora en casi todo el país, una vez establecidos vínculos con partidos del Sur, donde su programa de exaltación de la cultura hinduista propia del Norte (que el hindi sea lengua nacional en un país con otra docena de lenguas regionales, que se cumplan a rajatabla los principios religiosos de los Vedas) no es compartida por el Sur, menos purista.

Pero el Congreso también demanda el encargo de encabezar el Ejecutivo. "Está claro que el BJP no ha obtenido la mayoría que quería, así que tenemos que ser nosotros quienes intentemos formar Gobierno", decía Gulam Nabi Azad, miembro de la Cámara alta y de la Ejecutiva del partido. Una portavoz del partido de Sonia Gandhi comentó que su partido estaba en conversaciones con grupos ideológicamente afines. Los comunistas del apaleado Frente Unido, muy reticentes siempre con respecto al Congreso, hasta el punto de purgar en el reciente pasado a dirigentes que tenían buenas relaciones con el Congreso, se precipitaron ayer a ofrecerle todo su apoyo para detener al BJP. Es poco probable que las intensas negociaciones de unos con otros produzcan resultado antes de dos días.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_