Ardanza advierte de las "consecuencias políticas" de frenar las transferencias

El lehendakari, José Antonio Ardanza, calificó ayer de "graves" las palabras del presidente español, José María Aznar, quien ha considerado zanjado el desarrollo de los estatutos de autonomía. Ardanza indicó, en una entrevista a Radio Nacional, que no es de extrañar que tras esos pronunciamientos haya quien interprete que "el Estatuto no sirve para nada" y se preguntó por qué el Parlamento vasco va a tener que respetar una decisión del Congreso si el Gobierno central pasa por encima de los acuerdos tomados en Euskadi. El lehendakari indicó que no respetar la voluntad de los vascos expresadas en su parlamento tiene "consecuencias políticas" que no determinó.

El anuncio de la paralización del desarrollo de las autonomías, una vez que Aznar considera estabilizado el modelo autonómico alcanzado en el Estado, ha puesto en guardia al presidente vasco y a su partido. El lehendakari cree que dar por finalizadas las transferencias conculca "rotunda y frontalmente" los pronunciamientos de la Cámara vasca sobre este asunto.

El número de transferencias pendientes en el País Vasco supera las 40, fue objeto de pronunciamiento por el parlamento vasco en 1995 y el Ejecutivo tripartito (PNV, EA y PSE-EE) ya acordó en su programa de gobierno elaborar un índice con las materias preferenciales, entre las que se encontraban las de contenido sociolaboral (el Inem y el régimen económico de la Seguridad Social).

Al margen de "la deslealtad que podría suponer" este parón para el pacto suscrito entre populares y nacionalistas, el lehendakari indicó que supondría "conculcar rotunda y frontalmente lo que fue un pronunciamiento unánime del Parlamento vasco, el 20 de octubre de 1995, y mucho más que eso sería conculcar las previsiones estatutarías del estatuto del 79".

En un ejercicio de comprensión, Ardanza advirtió que este tipo de pronunciamientos da razones y argumentos a los sectores que desde hace meses viene denunciando la muerte del Estatuto de Gernika, sobre todo desde las centrales sindicales ELA y LAB y el movimiento social Elkarri. "Si se confirmara lo dicho por Aznar creo que estaríamos en una situación bastante grave y de ahí a que empezara a haber pronunciamientos y manifestaciones de algunos diciendo que ya el Estatuto no sirva para nada" habría sólo un paso, considera.

En el acto que tuvo lugar en Gernika (Vizcaya) el 18 de octubre del pasado año, José Elorrieta, secretario general de ELA, el sindicato mayoritario en Euskadi y próximo al PNV, tras proclamar la muerte del Estatuto vasco, defendió un nuevo autogobierno forjado por una nueva mayoría. "A partir de ahora hablaremos menos de Estatuto y más del autogobierno que necesitamos", dijo.

Ayer mismo, el sindicato nacionalista reiteró el diagnóstico defendido en el acto de Gernika y acusó al Gobierno central de actuar con una "enorme prepotencia".

La situación ha sido calificada de "delicada" tanto por el lehendakari como por el PNV, que trató este asunto en su reunión del lunes. Ardanza hizo la siguiente comparación: "¿Y por qué el Parlamento vasco va a respetar una decisión del Congreso? Podemos empezar ya a poner en cuestión elementos fundamentales de lo que son los comportamientos democráticos".