El Mérida sigue en racha en su campo

La historia se repite. El Mérida asume una extraña capacidad de transformación. Se agrieta lejos de casa pero en su estadio se encopeta, da sensación de equipo duro, coherente, bien armado y ambicioso. Lleva tres meses sin perder en el Romano José Fouto y esa tensión doméstica les permite sobrevivir. Se le parece en algo a la Real Sociedad, que continúa haciendo de sus salidas un conflicto sin solución, como si esa presencia en los primeros puestos de la tabla le atemorizara para consolidar aspiraciones imposibles de imaginar meses atrás. El grupo de Krauss se enganchó ayer a la mediocridad. Dio una pobrísima imagen en defensa, se despeñó en el centro del campo ante la muralla que ofrecieron De los Santos y Correa, y se ahogó en ataque.El partido comenzó desenvuelto, cómodo para el Mérida, con frecuentes llegadas por la banda derecha. Y dos goles: por una vez, el Mérida lograba definir. Así que, tras el descanso, el conjunto vasco salió descaradamente al ataque. Dos o tres zarpazos y se desinfló. Logró recortar, pero el Mérida mantuvo su botín otra vez con la ayuda de la defensa rival, principio de los males de la Real Sociedad.