Suiza autoriza el primer burdel legal
Desde el pasado miércoles, Suiza dispone del primer burdel abierto con todas las bendiciones legales. La pequeña flor, como ha sido bautizado, situado en Zurich, es el primer establecimiento autorizado de estas características, una vez que las autoridades suizas han aplicado el espíritu de liberalización moral que se propuso en 1992 al revisar el Código Penal; en especial su capítulo relacionado con las infracciones de las buenas costumbres.
Ya ese mismo año hubo un intento por parte de los propietarios de este nuevo burdel, pero por razones desconocidas no consiguió la autorización. Tras una larga batalla jurídica, ha podido abrir sus puertas este prostíbulo, razón por la cual ha sido noticia destacada en este país.
A partir de ahora las autoridades se limitarán a vigilar que la oferta erótica se proporcione conforme a lo estipulado por la ley y que su zona de influencia no se extienda más allá de las cuatro paredes. Pero una vez dentro las cosas también son un tanto peculiares. Según uno de sus promotores, el abogado Valentin Ladmann, los corredores del establecimiento serán vigilados permanentemente por cámaras de vídeo que garantizarán el máximo de transparencia y seguridad, así como, paradójicamente, de discrección. El abogado proclama que abrir un prostíbulo de esta manera es la mejor forma de prevenir los excesos del comercio del sexo y la criminalidad.
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